Fiesta en La Granja Alegría



En la granja "La Alegría" todos los animales estaban emocionados porque iban a hacer una fiesta para celebrar el cumpleaños de la vaca Margarita.

El gallo Manolo cantaba alegremente, los cerditos saltaban de emoción y las ovejas bailaban al ritmo de la música. Margarita estaba feliz y agradecida por el gesto de sus amigos. Todos se pusieron manos a la obra para preparar la fiesta.

El caballo Ramón trajo fardos de pasto fresco, los patos decoraron con flores el corral y el perro Toby se encargó de invitar a todos los animales vecinos. - ¡Qué linda sorpresa! ¡No puedo creer que hayan organizado todo esto por mí! - exclamó Margarita con lágrimas en los ojos.

- ¡Es lo menos que podemos hacer por nuestra querida amiga Margarita! - dijo Manolo orgulloso. La fiesta comenzó al caer la tarde.

Había juegos, bailes y una mesa repleta de delicias: zanahorias, manzanas, maíz y hasta un enorme pastel de heno con velas hechas con ramitas. Los animales reían y disfrutaban como nunca antes lo habían hecho. De repente, cuando todos estaban bailando alrededor del fuego, escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano.

Era un zorro astuto que había olfateado el aroma del festín y se acercaba sigilosamente hacia la granja. - ¡Cuidado! ¡Un zorro se acerca! - gritó Toby alertando a todos. Los animales entraron en pánico ante la amenaza del astuto depredador.

Pero Margarita, en vez de asustarse, tuvo una idea brillante. - ¡Tranquilos amigos! Dejénme hablar con él - dijo decidida la vaca Margarita. Margarita salió valientemente al encuentro del zorro mientras todos observaban expectantes desde lejos.

La vaca entabló una conversación amigable con el zorro, quien al principio mostraba interés solo en comerse las golosinas de la fiesta.

- ¿Por qué no te unes a nosotros en lugar de intentar arruinar nuestra celebración? Aquí hay comida suficiente para compartir entre todos - propuso Margarita con amabilidad. El zorro dudó por un momento pero finalmente accedió.

Los demás animales no podían creer lo que veían: el zorro se sentó junto a ellos en paz y comenzaron a compartir anécdotas y risas como si fueran viejos amigos. La noche transcurrió armoniosa y llena de alegría gracias a la valentía e inteligencia de Margarita. Al finalizar la fiesta, los animales se despidieron prometiendo organizar más celebraciones juntos en el futuro.

Desde ese día, en "La Alegría" reinaba un espíritu fraternal entre todas las especies gracias al ejemplo de solidaridad dado por Margarita aquella noche inolvidable.

FIN.

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