Finding Friendship and Magic
Había una vez un niño llamado Tomás que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y campos verdes. Tomás era un niño amable y divertido, pero últimamente se sentía muy solo y triste.
Un día soleado, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, escuchó un ruido extraño proveniente de unos arbustos. Curioso, se acercó y encontró a una pequeña ardilla atrapada en una red. "¡Oh no! ¿Estás bien?" -preguntó preocupado Tomás.
La ardilla asustada le respondió: "No puedo moverme, ¡estoy atrapada!"Tomás rápidamente desató la red y liberó a la ardilla. La pequeña criatura estaba tan agradecida que decidió quedarse con él como su nueva amiga.
Desde ese día, Tomás y la ardilla llamada Chispa se volvieron inseparables. Juntos exploraban el bosque, saltaban en charcos de agua y jugaban al escondite entre los árboles.
Sin embargo, aún había momentos en los que Tomás se sentía triste por no tener más amigos con quienes jugar. Un día, mientras paseaban cerca del río, vieron algo brillante flotando en el agua. Era una botella con un mensaje adentro.
Con mucha emoción, Tomás abrió la botella y leyó el mensaje: "Si necesitas un amigo especial para jugar contigo cuando te sientas solo o triste, ve al viejo roble del bosque". Tomás miró a Chispa con entusiasmo y juntos corrieron hacia el viejo roble.
Cuando llegaron, encontraron una puerta mágica tallada en el tronco del árbol. "¡Wow, esto es increíble!" -exclamó Tomás. Sin dudarlo, abrió la puerta y se encontró con un hermoso jardín lleno de flores de colores y juguetes divertidos.
En medio del jardín había una niña llamada Sofía, quien también se sentía sola y triste. Tomás y Sofía comenzaron a jugar y rápidamente se convirtieron en los mejores amigos. Juntos construyeron castillos de arena, treparon árboles altos y compartieron risas interminables.
Cada vez que Tomás o Sofía se sentían solos o tristes, cruzaban la puerta mágica del viejo roble para encontrar consuelo el uno en el otro. Aprendieron que siempre podían contar con su amistad especial para superar cualquier dificultad.
Con el tiempo, Tomás ya no se sentía solo ni triste porque tenía a Chispa y a Sofía como sus amigos más queridos. Juntos descubrieron que la amistad verdadera es capaz de alegrar incluso los días más grises.
Desde aquel día, Tomás nunca olvidó lo importante que era estar allí para alguien cuando se siente solo o triste. Y así, él y sus amigos vivieron felices rodeados de risas, aventuras e inolvidables momentos compartidos bajo el cálido sol del pueblo.
Y colorín colorado este cuento ha terminado.
FIN.