Fiorella y su Danza de Sueños
En una pequeña ciudad de Argentina, vivía una niña llamada Fiorella. Desde muy pequeña, soñaba con convertirse en una gran bailarina de ballet. Observaba fascinada cada clase que pasaba frente a su casa, donde un grupo de estudiantes practicaba, giraban y saltaban con gracia. Fiorella se decía a sí misma que algún día estaría allí, en el escenario.
Un día, Fiorella decidió ser valiente y se inscribió en la escuela de ballet. Cuando llegó a la primera clase, sintió un cosquilleo en la barriga. La maestra, la señora Marta, era estricta y esperaba lo mejor de sus alumnos.
"¿Pudiste ver cómo giré?" - le dijo María, una de las niñas más avanzadas, mientras la observaba.
"Sí, eres increíble" - respondió Fiorella, un poco nerviosa.
Durante las primeras semanas, Fiorella se encontró con muchos desafíos. A pesar de su esfuerzo, sus piruetas no salían como ella quería y se frustraba con frecuencia. En una de esas sesiones, se sentó a un costado y comenzó a llorar. La señora Marta, al notar su tristeza, se acercó.
"Fiorella, ¿qué te pasa?" - le preguntó con voz suave.
"No puedo hacer nada bien. No soy como las otras chicas..." - sollozó.
"No te compares con ellas. Cada una tiene su ritmo y sus desafíos. La práctica te hará mejorar en cada paso que des. ¿Te gustaría que te diera algunos consejos?" - sugirió la señora Marta.
Fiorella asintió con la cabeza, y así comenzó a trabajar más duro. Un día, mientras practicaba en casa, su abuela la visitó. Al escuchar la música, entró a la sala con una sonrisa.
"Esa música es hermosa. Cada vez que giras, parece que vuelas, Fiorella. ¿Por qué no intentas hacerlo con más confianza?" - le dijo.
"Pero a veces tengo miedo, abuela..." - confesó Fiorella, bajando la mirada.
"El miedo es natural, querida. Piensa en las grandes bailarinas. Ellas también se sintieron asustadas alguna vez. Pero nunca dejaron de practicar y seguir sus sueños" - le contestó su abuela con cariño.
Al pasar los meses, Fiorella superó sus miedos y comenzó a disfrutar del ballet. Pero un día, llegó una noticia sorprendente: el ballet de la ciudad organizaría un espectáculo y el grupo de la escuela tendría la oportunidad de participar. Todos estaban emocionados, pero también asustados, ya que sería la primera actuación importante.
"Esto será increíble, ¡no puedo esperar a bailar frente a todos!" - gritó María.
"¿Qué pasa si no lo hacemos bien?" - se preguntó Fiorella, sintiendo una punzada de nervios.
Durante los ensayos, Fiorella aún cometía errores, pero con el apoyo de sus compañeros y de la señora Marta, comenzó a sentirse más segura. Sin embargo, justo una semana antes del espectáculo, Maria se lastimó el tobillo durante un ensayo y no podría bailar. Todos estaban desconcertados.
"¿Quién la reemplazará?" - preguntó un compañero.
"Yo lo haré" - propuso Fiorella, aunque sentía un nudo en la garganta.
"¿De verdad?" - respondió un niño con incredulidad. Pero ella estaba decidida.
Dedicó esos días a practicar solamente el papel de María, y se dio cuenta de cuánto había aprendido. La noche del espectáculo, el auditorio estaba lleno y la música comenzó a sonar.
"Recuerda lo que te dijo tu abuela" - se repitió a sí misma mientras esperaba tras bambalinas.
Cuando llegó su turno, el corazón le latía rápido, pero cuando salió al escenario y miró a la audiencia, se sintió como si hubiera volado lejos. Bailó como nunca antes, dejando que la música la guiara. Al finalizar su actuación, la sala estalló en aplausos.
"¡Brava!" - gritaron desde el público.
Al terminar el espectáculo, la señora Marta la abrazó y dijo:
"¡Lo hiciste, Fiorella! Has sido valiente y lo diste todo. ¡Eres una gran bailarina!"
Fiorella sonreía con orgullo. Había enfrentado sus miedos y había superado los obstáculos.
Desde ese día, no solo se convirtió en una buena bailarina, sino que inspiró a sus compañeros a nunca desistir. Con el tiempo, Fiorella continuó perfeccionándose y se convirtió en la mejor bailarina de su barrio. Pero, sobre todo, aprendió que lo más importante en el camino hacia sus sueños era la perseverancia y la valentía ante los desafíos.
FIN.