Flores para Yeraldin



Había una vez una niña llamada Yeraldin que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos cristalinos. Era una niña muy curiosa y aventurera, siempre estaba buscando nuevas cosas que hacer y lugares por explorar.

Un día, mientras exploraba el bosque cerca de su casa, se encontró con un chico llamado Miguel. Él era un poco mayor que ella y la había visto caminando sola por el bosque.

Se acercó a ella con una sonrisa amistosa en su rostro. "Hola, ¿qué haces por aquí?"- preguntó Miguel. "Estoy explorando"- respondió Yeraldin con entusiasmo. A partir de ese momento, los dos se hicieron amigos rápidamente.

Comenzaron a pasar tiempo juntos todos los días, compartiendo historias e ideas sobre lo que podrían hacer juntos. Yeraldin estaba enamorada de Miguel desde el primer momento en que lo vio. Pero no sabía cómo expresar sus sentimientos hacia él sin parecer tonta o infantil.

Pero un día mientras estaban jugando juntos al escondite en el bosque, Yeraldin decidió tomar valor para decirle a Miguel lo que realmente sentía. "Miguel... yo te quiero mucho"- dijo tímidamente Yeraldin mientras miraba al suelo.

Miguel la miró sorprendido pero feliz al mismo tiempo. "Yo también te quiero mucho Yeraldin"-respondió él abrazándola tiernamente"Eres mi mejor amiga". Desde ese día, ambos comenzaron a salir juntos como novios.

Se divertían paseando por el campo tomados de la mano y riéndose de las travesuras que hacían. Pero un día, Miguel tuvo que mudarse a otra ciudad debido al trabajo de su padre. Yeraldin se sintió muy triste y sola sin su amigo y novio. "¿Qué puedo hacer?"- pensó ella.

Después de mucho pensar, decidió escribirle una carta a Miguel expresándole cuánto lo extrañaba y cómo sentía que su corazón estaba roto sin él cerca. Miguel recibió la carta y se sorprendió gratamente por el amor que Yeraldin le tenía.

"Debo volver para verla"-pensó Miguel después de leer la carta. Así fue como Miguel regresó al pueblo donde vivía Yeraldin. Cuando llegó, fue directamente a casa de ella con un ramo de flores en la mano.

Yeraldin no podía creer lo que veía. ¡Su amado había vuelto! Ahora estaban juntos otra vez, más felices que nunca antes habían estado.

A partir de ese día, supieron valorar más el tiempo que pasaban juntos, disfrutando cada momento como si fuera único e irrepetible. Aprendieron la importancia del amor verdadero y cómo este puede superar cualquier adversidad o distancia. Y así es como termina esta historia infantil inspiradora sobre Yeraldin y su primer amor llamado Miguel.

Una historia llena de aventura, emoción y amor verdadero.

FIN.

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