Franco en Italia


Franco estaba muy emocionado por su viaje a Italia. Había oído hablar de los increíbles monumentos y la deliciosa comida italiana de sus abuelos, y no podía esperar para verlos.

Después de un largo vuelo, finalmente llegaron al aeropuerto de Roma. Franco estaba cansado pero emocionado por lo que vendría después. "Papá, ¿cuándo vamos a ver a los abuelos?" preguntó impaciente.

"Pronto hijo, primero tenemos que ir al hotel y descansar un poco" respondió el papá con una sonrisa. Luego de instalarse en su habitación en el hotel, Franco y su papá salieron a explorar la ciudad. Vieron el Coliseo Romano, la Fontana di Trevi y muchas otras atracciones turísticas.

Al día siguiente, tomaron un tren hacia la casa de los abuelos en Florencia. Los abuelos estaban felices de verlos y les dieron una cálida bienvenida. "¡Franco! ¡Cuánto has crecido!" dijo la abuela mientras lo abrazaba fuerte.

"Abuela, ¿me enseñas cómo hacer pasta?" preguntó entusiasmado Franco. La abuela sonrió y lo llevó a la cocina para enseñarle cómo hacer fideos caseros desde cero.

Franco se divirtió mucho mezclando los ingredientes e incluso intentó cortar algunos fideos él mismo (aunque no todos quedaron perfectos). Más tarde esa noche durante la cena, Franco le contó a sus padres sobre sus aventuras culinarias con su abuela. "¡Fue tan divertido aprender a hacer pasta! Quiero aprender más cosas" dijo emocionado Franco.

Su papá sonrió y le respondió: "¡Claro hijo! A lo mejor podemos ir a una escuela de cocina juntos algún día". Franco estaba muy feliz con la idea. Pero antes de eso, había más cosas por explorar en Italia.

Visitaron la Torre inclinada de Pisa, el Palacio Ducal de Venecia y muchos otros lugares interesantes. Finalmente llegó el momento de regresar a casa. Franco estaba triste pero agradecido por las increíbles experiencias que tuvo en Italia.

"Papá, ¿podemos volver algún día?" preguntó esperanzado. "Por supuesto hijo, siempre podemos planear otro viaje" respondió su papá con una sonrisa reconfortante.

Franco se acurrucó en su asiento del avión, pensando en todas las cosas nuevas que aprendió y los lugares hermosos que vio durante su aventura italiana. Sabía que nunca olvidaría esos recuerdos especiales.

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