Fresa y la valentía en el jardín


Había una vez en un tranquilo jardín, una pequeña fresa llamada Fresa. Era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba cerca de un arbusto, Fresa escuchó a alguien llamarla.

- ¡Fresa! ¡Ven aquí rápido! - gritó Grillo desde el suelo. Fresa miró hacia abajo y vio a su amigo Grillo con una expresión preocupada en su rostro.

- ¿Qué pasa, Grillo? ¿Por qué estás tan nervioso? - Hay un problema en el bosque cercano. Una familia de arañas ha sido capturada por unas malvadas hormigas. Necesitamos ayuda para rescatarlos. Fresa se emocionó al instante y decidió que ella sería la heroína que salvaría a la familia de arañas.

- No te preocupes, Grillo. Iré al rescate de inmediato - dijo Fresa valientemente. Juntos, Fresa y Grillo se dirigieron al bosque siguiendo las indicaciones que les había dado Grillo sobre dónde encontrar a las arañas atrapadas.

Mientras caminaban por el oscuro sendero del bosque, comenzaron a oír los débiles llantos de la familia araña. Al llegar al lugar indicado, encontraron un gran árbol donde las hormigas tenían prisioneras a las arañas en sus telarañas.

Sin pensarlo dos veces, Fresa saltó hacia ellas usando sus hojas como alas para volar por encima de las trampas pegajosas sin caer atrapada. - ¡No teman más! ¡La heroína Fresa ha llegado para salvarlos! - exclamó Fresa con determinación.

Las arañas, aunque asustadas, se llenaron de esperanza al ver a Fresa. Con su pequeño y ágil cuerpo, comenzó a cortar las telarañas una por una hasta liberar a todas las arañitas y a su mamá.

- ¡Gracias, Fresa! ¡Eres nuestra heroína! - dijo la mamá araña emocionada. Fresa sonrió orgullosa y les dijo:- No hay nada que agradecer. Estoy feliz de haber podido ayudar. Pero ahora debemos irnos rápido antes de que las hormigas regresen.

Justo cuando estaban por salir del bosque, un ruido fuerte los detuvo en seco. Era el líder de las hormigas, quien había vuelto y estaba furioso al encontrar a sus prisioneras liberadas.

- ¡No dejaré que escapen tan fácilmente! - gritó el líder de las hormigas mientras avanzaba hacia ellos amenazadoramente. Fresa pensó rápidamente en una estrategia para salvarse. Recordó que cerca del lugar donde estaban había un charco enorme y fangoso.

Sin perder tiempo, le dio instrucciones rápidas a Grillo y juntos corrieron hacia allí. Cuando llegaron al borde del charco fangoso, Fresa saltó lo más alto que pudo mientras Grillo soplaba con todas sus fuerzas haciendo que el barro salpicara por todos lados.

Las gotas pegajosas cayeron sobre el líder de las hormigas haciéndolo resbalar y quedar atrapado en el barro espeso. - ¡Lo logramos! - exclamó Fresa con alegría. Fresa y Grillo regresaron al jardín llevando consigo a la familia de arañas.

Todos los insectos del jardín se reunieron para celebrar su valentía y coraje. Desde ese día, Fresa fue conocida como la heroína del jardín, siempre dispuesta a ayudar a quienes lo necesitaran.

Esta historia nos enseña que no importa cuán pequeños seamos, todos podemos hacer grandes cosas si tenemos el valor y la determinación para enfrentar los desafíos que se nos presenten en el camino.

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