Gabriela la Creativa y el Secreto de la Felicidad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Gabriela que siempre estaba enojada y rabiosa.

Se enfadaba por cualquier cosa, desde que le quitaran un juguete hasta que las cosas no salieran como ella quería. Los vecinos del pueblo la conocían como "Gabriela la Rabiosa". Un día, mientras paseaba por el parque, Gabriela tropezó con un anciano muy amable llamado Don Manuel.

Él notó al instante la expresión de enojo en el rostro de Gabriela y decidió hablar con ella. "Hola, pequeña. Veo que estás muy enojada. ¿Qué te pasa?" -preguntó Don Manuel con calma.

Gabriela miró sorprendida al anciano y le contó sobre todas las cosas que la habían hecho enojar ese día. Don Manuel escuchó atentamente y luego le dijo:"Sabes, Gabriela, entiendo que a veces las cosas no salen como queremos y eso puede ser frustrante. Pero estar siempre enojada no te hará feliz.

¿Qué tal si intentas encontrar maneras positivas de manejar tu rabia?"Gabriela frunció el ceño al principio, pero algo en las palabras de Don Manuel resonó en su corazón. Decidió darle una oportunidad a sus consejos.

A partir de ese día, cada vez que sentía que la rabia se apoderaba de ella, Gabriela recordaba lo que Don Manuel le había dicho y buscaba formas creativas de canalizar sus emociones negativas.

Empezó a pintar cuando estaba molesta, a escribir cuando se sentía frustrada y a correr cuando necesitaba desahogarse. Poco a poco, los vecinos de Villa Feliz comenzaron a notar un cambio en Gabriela.

Ya no era conocida como "Gabriela la Rabiosa", sino como "Gabriela la Creativa" por todas las hermosas obras artísticas que creaba. Un día, durante una feria del pueblo, Gabriela expuso sus cuadros y escritos para que todos pudieran verlos.

La gente quedó asombrada por el talento de la niña y por cómo había logrado transformar su rabia en algo tan hermoso. Desde entonces, Gabriela siguió practicando sus actividades creativas para manejar sus emociones negativas.

Aprendió a ver el mundo desde otra perspectiva y descubrió todo un universo dentro de ella misma lleno de colores y palabras. Y así, gracias a la sabiduría de Don Manuel y a su propia determinación para cambiar, Gabriela dejó atrás su rabia para convertirse en una niña llena de alegría y creatividad en Villa Feliz.

Y colorín colorado este cuento ha terminado.

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