Gaby, la manicura mágica

Gaby era una niña muy curiosa y traviesa que siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse. Un día, mientras su mamá y papá estaban ocupados con sus trabajos, Gaby encontró un viejo teléfono en el desván.

Sin pensarlo dos veces, decidió jugar a ser manicura con el teléfono. Con sus pequeñas manos, comenzó a decorar la pantalla del teléfono con brillantina, pintura de uñas y pegatinas coloridas.

Mientras tanto, sus padres estaban ocupados en sus quehaceres y no se dieron cuenta de lo que estaba haciendo Gaby. Después de un rato, Gaby había convertido el teléfono en una obra maestra de manicura.

Cuando sus padres vieron lo que había hecho, se sorprendieron al principio, pero luego se pusieron a reír al ver la creatividad de su hija. A partir de ese día, Gaby descubrió que su pasión era la decoración y comenzó a estudiar diseño de interiores, convirtiéndose en una reconocida diseñadora de interiores en el futuro.