Gael en la Universidad
Gael era un niño muy curioso y siempre estaba listo para explorar nuevos lugares. Un día, su mamá le dijo que tenía que llevarlo con ella a la universidad. Gael estaba emocionado porque nunca antes había visitado ese lugar.
Cuando llegaron a la universidad, Gael vio muchos edificios altos y mucha gente caminando de un lado a otro. Se agarró de la mano de su mamá con fuerza y siguió explorando con sus ojitos brillantes.
- Mamá, ¿qué es esto? - preguntó Gael señalando un enorme jardín.
- Eso es un jardín, Gael. Es un lugar hermoso lleno de flores y árboles. Aquí la gente viene a descansar y estudiar al aire libre - explicó su mamá.
Gael escuchaba atentamente mientras seguían caminando. Pronto llegaron a la biblioteca. Gael se maravilló al ver tantos libros en estantes enormes.
- Mamá, ¿puedo tocar los libros? - preguntó con timidez.
- Claro, Gael. Aunque no debemos hacer ruido en la biblioteca, ¿de acuerdo? - respondió su mamá con una sonrisa.
Gael tomo un libro pequeño con sus manitas y lo ojeó con mucho cuidado. Le encantaba ver las ilustraciones e imaginar las historias que esos libros podían contar.
Después, su mamá lo llevó a una clase. Gael se sentó en una silla alta y miró a todos los estudiantes escuchando al profesor. Él abrió mucho los ojos y trató de prestar atención como los grandes.
- ¿Te gusta la universidad, Gael? - le preguntó su mamá mientras lo abrazaba.
- ¡Sí, me gusta mucho! - exclamó Gael con entusiasmo.
Gael siguió acompañando a su mamá en la universidad, disfrutando cada experiencia nueva. Aprendió que la universidad era un lugar donde la gente iba a aprender cosas nuevas, a leer libros, a escuchar a los profesores, y sobre todo, a disfrutar del proceso de aprender. Y Gael estaba feliz de formar parte de esa aventura junto a su mamá.
FIN.