Galán y el Árbol Amigo



Era un hermoso día en el campo y Galán, un perro pastor de gran corazón, cumplía con su labor de cuidar a las ovejas de su dueño. Cada día, después de llevarlas al coral, se relajaba bajo su árbol favorito, un gran sauce que brindaba sombra y frescura.

Un día, mientras Galán ladraba feliz rodeado de sus ovejas, notó que algo extraño sucedía en el lugar. Se acercó corriendo y vio a unos hombres con herramientas grandes que se preparaban para talar su querido árbol.

"¡¿Qué están haciendo? !" - gritó Galán, preocupado.

"Estamos talando este árbol porque ocupa mucho espacio y queremos hacer un camino nuevo." - respondió uno de los hombres sin mirar.

"¡Pero este árbol es mi refugio, mi amigo!" - ladró Galán con tristeza.

Los hombres sonrieron, pero no dieron mucha importancia a las palabras del perro. Galán, decidido a salvar su árbol, decidió hablar con los otros animales del campo.

Reunió a sus amigos: las ovejas, las aves y hasta al viejo gato que, aunque era algo gruñón, conocía muchas cosas.

"¡Ayúdenme, amigos!" - pidió Galán. "Van a talar nuestro árbol y tengo que encontrar una manera de detenerlo."

Las ovejas, siempre leales, movieron sus cabezas de un lado a otro con preocupación.

"Podemos hacer ruido y asustar a esos hombres. Si no hay silencio, no podrán trabajar. " - sugirió una ovejita pequeña.

"Me parece una buena idea, pero deberíamos ser más astutos que eso." - dijo el viejo gato, que siempre encontraba soluciones. "¿Qué tal si hacemos un plan para mostrarles lo importante que es el árbol?"

Todos estuvieron de acuerdo. Galán ideó un plan: al caer la tarde, comenzarían a hacer una especie de fiesta alrededor del sauce. El viejo gato se encargaría de hacer su mejor truco: saltar y atrapar ratones, mientras las aves cantaban hermosas melodías y las ovejas hacían un desfile.

Durante toda la tarde, se pusieron manos a la obra. Mientras los hombres, sorprendidos por los ruidos, se acercaron, el espectáculo se puso en marcha. Las aves trinaron alegres, las ovejas danzaron alrededor, y el viejo gato se lució con su increíble destreza.

"¿Qué está ocurriendo aquí?" - preguntaron los hombres, atónitos por la fiesta improvisada.

"¡Estamos celebrando a nuestro amigo, el árbol!" - ladró Galán con entusiasmo. "Este árbol es nuestro hogar. Nos da sombra, refugio, y genialidad. Este lugar es especial para todos nosotros."

Los hombres, tocados por la pasión que mostraban todos los animales, comenzaron a pensar.

"Es cierto, nunca habíamos considerado lo que representa este árbol. No solo ocupa espacio, sino que también forma parte de la vida de estos animales." - dijo uno de los hombres, mientras su compañero asentía.

Finalmente, después de hablar entre ellos, decidieron no talar el árbol. En cambio, hicieron planes para desviar el camino y protegerlo.

"Gracias, Galán, por abrirnos los ojos. Prometemos cuidar de este hermoso árbol y dejarlo en paz." - dijeron los hombres.

Galán saltó de alegría al ver que su plan había funcionado.

"¡Lo logramos, amigos!"> - ladró entusiasmado.

El árbol, su viejo amigo, seguía en pie, y cada tarde Galán continuaba descansando bajo su sombra, sabiendo que había defendido su hogar con corazón y astucia. Y con el paso de los días, la vida en el campo continuó, pero ahora todos los animales y los hombres entendieron la importancia de cuidar y proteger lo que aman.

FIN.

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