Galletitas mágicas al rescate


Había una vez en el hermoso bosque de Dulce Encanto, un grupo de amigos muy especiales. Almendra, Frutilla y Arcoíris eran tres galletitas mágicas que vivían aventuras increíbles todos los días.

Un soleado día, mientras exploraban el bosque en busca de nuevas travesuras, se encontraron con una bandada de pájaros que estaban tristes y desanimados. Los pajaritos les contaron que habían perdido su hogar debido a un fuerte vendaval que había arrasado con sus nidos.

Almendra, Frutilla y Arcoíris sintieron mucha pena por los pajaritos y decidieron ayudarlos. Juntos idearon un plan para construir nuevos nidos en lo alto de los árboles más altos del bosque.

Pero necesitaban algo especial para hacerlo: la magia de las galletitas. Con su poder mágico, Almendra convirtió hojas secas en ramitas resistentes para construir los nidos. Frutilla utilizó su magia para tejer delicadas telarañas entre las ramitas y así hacerlos más cálidos y acogedores.

Y finalmente, Arcoíris hizo brillar el sol sobre los nidos recién construidos para darles calor. Los pajaritos quedaron maravillados con lo que habían logrado las galletitas mágicas.

Estaban tan felices con sus nuevos hogares que comenzaron a cantar alegremente desde lo alto de los árboles. Pero la historia no termina aquí. Una noche oscura, mientras todos dormían plácidamente, un malvado búho llamado Don Ojeras decidió robar los nidos para hacerse una casa nueva.

Almendra, Frutilla y Arcoíris se despertaron al oír los llantos de los pajaritos. Rápidamente, las galletitas mágicas se pusieron en acción y persiguieron al búho malvado por todo el bosque. Pero Don Ojeras era muy rápido y logró escapar.

Las galletitas mágicas no se rindieron y buscaron la ayuda del sabio Búho Sabiondo, quien les dio un consejo muy valioso: "Para detener a Don Ojeras, deben trabajar en equipo". Con el nuevo conocimiento, Almendra, Frutilla y Arcoíris idearon un plan aún mejor.

Utilizarían su magia para construir nidos falsos llenos de espinas que pincharían a Don Ojeras cuando intentara robárselos. La noche siguiente, el búho malvado cayó en la trampa de las galletitas mágicas.

Los pajaritos celebraron su victoria con alegría mientras Almendra, Frutilla y Arcoíris devolvían sus verdaderos nidos a lo alto de los árboles. Desde ese día, todos vivieron felices en Dulce Encanto gracias al trabajo en equipo de Almendra, Frutilla y Arcoíris.

Los pájaros siempre estarían agradecidos por su amistad y valentía. Esta historia nos enseña que cuando trabajamos juntos podemos superar cualquier obstáculo. Además, nos muestra la importancia de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.

Y sobre todo, nos recuerda que la amistad y el trabajo en equipo siempre nos llevarán a la victoria. Y así, Almendra, Frutilla y Arcoíris siguieron viviendo aventuras mágicas en Dulce Encanto, ayudando a todos los seres del bosque que necesitaban su magia.

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