Gatas campeonas del bosque
, el mundo animal se llenó de asombro y expectación. Todos los animales del bosque querían conocer a estas especiales gatitas y ver de qué eran capaces.
Maggie era una gata cálica con manchas blancas y negras, mientras que Leah era una gata cálica con tonos anaranjados y marrones. Ambas tenían unos ojos grandes y brillantes que parecían mirar directamente al alma de quien las observaba. Desde muy pequeñas, Maggie y Leah demostraron tener habilidades especiales.
Podían saltar más alto que cualquier otra gata, correr más rápido que cualquier otro animal del bosque e incluso hablar con otros animales.
Un día, cuando Maggie y Leah estaban jugando en el bosque, escucharon un llanto proveniente de un árbol cercano. Al acercarse descubrieron a un pequeño pajarito atrapado entre las ramas. "Por favor ayúdenme", dijo el pajarito sollozando.
Sin pensarlo dos veces, Maggie escaló el árbol hasta llegar al pajarito mientras Leah se quedaba abajo para ayudar en lo que pudiera. Con sus poderosas patas traseras Maggie logró desprender al pajarito de las ramas donde estaba atascado y lo llevó sano y salvo hasta la tierra firme donde lo dejaron libre para volar hacia su hogar.
A partir de ese momento todos los animales del bosque comenzaron a pedirles ayuda a Maggie y Leah cada vez que necesitaban algo.
Los pájaros les pedían ayuda para construir sus nidos, los conejos les pedían consejos sobre cómo protegerse de los zorros malvados y los ciervos les pedían ayuda para encontrar las mejores hierbas para comer.
Maggie y Leah estaban felices de poder ayudar a sus amigos del bosque, pero también se dieron cuenta de que su habilidad especial no era solamente física sino que también era emocional. Sabían cómo hacer sentir mejor a los demás animales cuando estaban tristes o preocupados.
Un día en el que Maggie y Leah estaban descansando bajo un árbol, llegó un zorro muy triste. Había perdido su hogar debido a un incendio forestal y no sabía qué hacer. "No te preocupes", dijo Maggie con dulzura. "Nosotras te ayudaremos a encontrar un nuevo hogar".
Así fue como Maggie y Leah usaron su habilidad especial para encontrar al zorro una nueva madriguera segura donde pudiera vivir felizmente junto con su familia. Desde ese momento, todos los animales del bosque aprendieron la importancia de ser amables, compasivos y solidarios con los demás.
Y aunque Maggie y Leah tenían habilidades especiales, supieron que cada uno tiene algo único para ofrecer al mundo si se lo propone.
La historia de Maggie y Leah se convirtió en leyenda entre los animales del bosque, quienes aprendieron grandes lecciones sobre empatía, valentía e inteligencia emocional gracias a estas dos gatas cálicas mágicas.
FIN.