Gatos Bachateros
Milaneso era un gato muy especial. A diferencia de otros gatos, a él le encantaba bailar bachata.
Todos los días, después de su siesta, Milaneso se ponía sus zapatos de baile y salía a la calle en busca de una pareja con quien bailar. Un día, mientras caminaba por el barrio, Milaneso vio a Morcilla sentada en una esquina mirando hacia el cielo. "Hola Morcilla", dijo Milaneso acercándose a ella. "¿Qué haces aquí sola?".
Morcilla se giró y sonrió al ver a su amigo Milaneso. "Estoy esperando que llegue mi amigo Adam Sandler", respondió ella. "Vamos a hacer una película juntos". "¡Wow! Eso es genial", dijo Milaneso emocionado.
"Pero antes ¿quieres bailar bachata conmigo?"Morcilla se sorprendió al escuchar la propuesta pero no sabía cómo decirle que ella no sabía bailar bachata como lo hacía su amigo naranja atigrado. "No sé si puedo... yo nunca he bailado bachata", admitió Morcilla tímidamente.
"¡No te preocupes!", respondió Milaneso animadamente. "Yo te enseñare". Así fue como empezaron las clases de bachata entre ambos amigos felinos.
Cada día practicaban más y más hasta que finalmente llegó el gran día del baile en el centro del barrio. Mientras ellos disfrutaban del baile, un grupo de perros comenzaron a burlarse y reírse de ellos por ser diferentes y estar haciendo algo distinto.
Milaneso se sintió triste y ofendido al principio, pero luego recordó algo importante que su madre le había enseñado: "No importa lo que otros piensen de ti, siempre y cuando estés haciendo lo correcto". Así que Milaneso se levantó con orgullo y comenzó a bailar aún más fuerte.
Morcilla siguió su ejemplo y juntos demostraron que no hay nada de malo en ser diferente o hacer cosas distintas. Al final del baile, los perros se disculparon con ellos por haber sido tan crueles.
Y así, Milaneso y Morcilla se dieron cuenta de que la verdadera amistad es aceptar a las personas tal como son, sin importar sus diferencias.
Desde entonces, cada vez que alguien criticaba a alguien más por ser diferente o hacer cosas diferentes, Milaneso y Morcilla les recordaban la lección que habían aprendido esa noche: "No importa quién seas o qué hagas mientras te sientas feliz contigo mismo".
FIN.