Gaturro en la Escuela Varela



Era un día soleado en Buenos Aires cuando Gaturro, con su trazo distintivo de caricatura y su andar curioso, decidió que quería conocer a los autores y autoras de su nueva película. Su destino: la escuela José Pedro Varela.

"¿A dónde vas, Gaturro?" le preguntó su amigo el perro Lucas.

"Voy a la escuela Varela para conocer a las personas que hicieron la historia de mi nueva película. ¡Quiero entender cómo crean esos personajes tan divertidos!" respondió Gaturro, emocionado.

"¿Puedo ir contigo?" preguntó Lucas, dando pequeños saltitos de alegría.

"¡Por supuesto! Juntos será más divertido," dijo Gaturro, y los dos amigos comenzaron su aventura.

Al llegar a la escuela, Gaturro se sorprendió al ver un gran cartel que decía: "Día de la Creatividad". Múltiples actividades estaban sucediendo: niños pintando, otros haciendo títeres y algunos creando historias o contando cuentos.

"¡Qué lugar tan creativo!" exclamó Gaturro.

"Sí, pero no olvides que estamos aquí por los autores de tu película," le recordó Lucas.

Decididos, Gaturro y Lucas se adentraron en la escuela. Tras preguntar, encontraron un grupo de niños y niñas acompañados de una maestra, que organizaban una actividad sobre la creación de personajes.

"¿Puedo unirme?" preguntó Gaturro, sintiéndose un poco nervioso.

"¡Claro! ¡Cuantos más seamos, mejor será!" dijeron los niños.

La maestra, con una sonrisa amable, explicó: "Hoy vamos a crear un personaje que sea único. ¿Alguien quiere empezar?"

"Yo, yo!" gritó una niña llamada Sofía. "Mi personaje se llama Brillo, es un pez que sueña con volar."

"¡Interesante!" dijo Lucas, quien nunca había imaginado un pez volador.

Gaturro, inspirado, decidió hacer su propio personaje. "Yo quiero crear un ladrón de risas que vive en un árbol y siempre se ríe de las travesuras que hace la gente. Se llama Risi."

Todos los chicos comenzaron a reírse. "¡Qué divertido!" exclamó uno de ellos. "Podría haber una historia en donde Risi le enseñe a la gente a reír más."

Gaturro asintió. "¡Eso es! La risa es muy importante, nos hace sentir felices."

Los chicos entonces se pusieron a trabajar juntos, ilustrando y creando la historia del ladrón de risas. Gaturro participaba en cada paso, sintiéndose cada vez más emocionado.

En un giro inesperado, la maestra anunció: "¡Ahora vamos a presentar nuestras historias a la clase! Pero antes, Gaturro, ¿quieres contarnos sobre tu película?"

Gaturro se sonrojó un poco, pero se armó de valor. "Sí, ¡gracias! Mi película trata sobre un joven que descubre el poder de la amistad y la alegría a través de aventuras con sus amigos. Pero nunca me había dado cuenta de que también funciona así en la vida real, como lo que estamos haciendo aquí."

Los chicos aplaudieron entusiasmados. "¡Queremos ver la película cuando salga!" dijeron todos al unísono.

Y así, Gaturro, con sus tiernos ojos grandes y su corazón lleno de alegría, comprendió que no solo había aprendido sobre la creación de personajes, sino que también había encontrado un nuevo sentido a la risa y la amistad, algo que jamás olvidaría.

Cuando llegó el momento de irse, Gaturro les prometió a sus nuevos amigos que volvería y que llevaría noticias sobre la película.

"Te esperamos, Gaturro!" gritaron mientras él y Lucas se alejaban, riendo juntos.

"Fue un día inolvidable, Lucas. Nunca imaginé que aprender a crear personajes sería tan divertido, y lo mejor de todo fue compartirlo con ellos," sonrió Gaturro.

"Claro que sí, ¡la creatividad también se comparte!" dijo Lucas, mientras se marchaban bajo el brillante sol de Buenos Aires. Y así fue como un Gaturro, un ladrón de risas, entró en las vidas de muchos y se llenó de inspiración para su nueva película.

FIN.

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