Gimnasio en la selva
Había una vez, en la hermosa selva argentina, un grupo de animales muy especiales. Había una jirafa llamada Julieta, un tigre llamado Maxi, un mono llamado Pedro y una cebra llamada Camila.
Estos amigos siempre estaban juntos y les encantaba explorar la selva en busca de aventuras. Un día, mientras caminaban por el bosque, encontraron un cartel que decía: "¡Ven a nuestro gimnasio y descubre los beneficios del ejercicio!".
Los animales se miraron emocionados y decidieron ir a ver qué era eso del gimnasio. Cuando llegaron al lugar indicado en el cartel, se encontraron con un elefante llamado Ernesto quien les explicó que el ejercicio era una forma divertida de mantenerse saludables y fuertes.
Les habló sobre los diferentes tipos de ejercicios que podían hacer para fortalecer sus cuerpos. Los animales escucharon atentamente y decidieron probar algunos ejercicios por sí mismos. Primero intentaron hacer saltos de tigre como Maxi les enseñó.
Todos reían mientras saltaban por encima de troncos caídos. Después, Pedro mostró a sus amigos cómo balancearse en las ramas de los árboles para fortalecer sus brazos y piernas. La risa llenaba el aire cuando todos intentaban imitarlo.
Julieta demostró su flexibilidad al realizar estiramientos elegantes como solo las jirafas pueden hacerlo. Todos quedaron impresionados por su habilidad para alcanzar las hojas más altas de los árboles. Finalmente, Camila mostró su velocidad corriendo como el viento.
Los demás animales la animaron mientras corría por la selva, sintiendo cómo sus cuerpos se llenaban de energía. Después de un rato, los animales se sentaron a descansar y reflexionaron sobre lo divertido que había sido hacer ejercicio juntos.
Se dieron cuenta de que no solo se habían divertido, sino que también se habían vuelto más fuertes y saludables. Decidieron hacer del ejercicio una parte regular de sus vidas en la selva.
Todos acordaron reunirse cada semana en el gimnasio para seguir aprendiendo nuevos ejercicios y mantenerse en forma. Con el tiempo, otros animales de la selva comenzaron a notar los cambios positivos en Julieta, Maxi, Pedro y Camila.
Se preguntaban qué era lo que los hacía tan felices y saludables. Los amigos compartieron su experiencia con ellos y les invitaron a unirse al gimnasio. Poco a poco, más y más animales comenzaron a hacer ejercicio juntos.
La selva estaba llena de risas y sonrisas mientras todos trabajaban duro para mantenerse activos. Y así fue como los animales de la selva descubrieron los beneficios del ejercicio. Aprendieron que ser saludables es divertido cuando lo hacen juntos y se apoyan mutuamente.
Desde entonces, la selva argentina ha sido conocida por tener algunos de los animales más fuertes y saludables del mundo animal. Y todo gracias a su amor por el ejercicio ¡y su amistad inquebrantable!
FIN.