Giovanni y los Prodigios



Giovanni era un niño muy imaginativo. Siempre se la pasaba soñando despierto y creando mundos fantásticos en su cabeza.

Un día, mientras jugaba con sus juguetes de superhéroes, Giovanni cerró los ojos y comenzó a imaginar que él también tenía poderes sobrenaturales. De repente, Giovanni abrió los ojos y se encontró en un mundo completamente diferente al suyo. Todo a su alrededor estaba lleno de colores brillantes y criaturas extrañas.

Pero lo más sorprendente fue cuando vio a tres niños que parecían tener súper poderes. - ¡Hola! -dijo Giovanni emocionado-. ¿Quiénes son ustedes? - Somos los Prodigios -respondió el niño con cabello verde-. Y tú eres nuestro invitado especial.

Giovanni no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Él era un invitado especial? ¿Qué significaba eso? - Sí, Giovanni -dijo la niña con alas de mariposa-.

Hemos estado viendo tus aventuras desde lejos y hemos decidido traerte aquí para que puedas jugar con nosotros. Giovanni no sabía qué decir. Estaba tan emocionado que no podía pensar en otra cosa que no fuera jugar.

Los Prodigios llevaron a Giovanni por todo el lugar mostrándole todas las cosas increíbles que podían hacer gracias a sus habilidades especiales. El niño con cabello verde podía controlar las plantas, la niña con alas de mariposa podía volar sin ningún problema y el otro niño tenía una fuerza extraordinaria. - Wow -exclamó Giovanni-.

¡Ustedes son asombrosos! ¿Y yo? ¿También puedo tener un poder? - Claro que sí -dijo la niña con alas de mariposa-. Pero primero debes demostrarnos que eres digno de tener uno. Giovanni no sabía cómo hacer eso, pero decidió intentarlo.

Comenzó a correr por todo el lugar y saltar obstáculos imaginarios. Los Prodigios lo observaban atentamente y cuando Giovanni terminó su carrera, los tres niños se acercaron a él. - Muy bien, Giovanni -dijo el niño con cabello verde-.

Has demostrado que tienes valentía y coraje. Por eso te otorgamos este poder especial. Los Prodigios le dieron a Giovanni una pulsera mágica que le permitía controlar la electricidad.

El niño estaba tan emocionado que no podía dejar de sonreír. - ¡Gracias! -dijo Giovanni-. No sé cómo agradecerles. - No hay problema -dijo la niña con alas de mariposa-. Solo recuerda usar tus poderes para ayudar a los demás y siempre ser amable con los demás.

Giovanni prometió seguir sus consejos y comenzó a jugar con los Prodigios usando su nuevo poder especial. Juntos lucharon contra monstruos imaginarios, salvaron al mundo varias veces y vivieron muchas aventuras fantásticas más.

Finalmente, llegó la hora de despedirse y volver al mundo real. Los Prodigios abrazaron a Giovanni antes de desaparecer en el aire. - Adiós, Giovanni -dijeron los tres niños al mismo tiempo-. Siempre recordaremos las aventuras increíbles que vivimos juntos.

Giovanni se despertó en su habitación, sonriendo y sintiéndose más feliz que nunca. Sabía que había vivido una experiencia única e inolvidable y estaba agradecido por haber tenido la oportunidad de jugar con los Prodigios.

Desde ese día en adelante, Giovanni siguió imaginando mundos fantásticos y usando su poder especial para ayudar a los demás. Y aunque nunca volvió a ver a los Prodigios, siempre guardará un lugar especial en su corazón para ellos.

FIN.

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