Girsito y la Ciudad Verde



Había una vez en la hermosa ciudad de Cali, un niño llamado Girsito. Era un niño curioso y preocupado por el cuidado del medio ambiente.

Un día, mientras paseaba por el parque con su familia, vio cómo las personas tiraban basura sin importarles nada más. Girsito se sintió triste al ver cómo la naturaleza se veía afectada por los residuos que todos dejaban a su paso.

Decidió hacer algo al respecto y enseñar a su familia la importancia de separar los residuos desde casa.

Un sábado por la mañana, Girsito reunió a todos en el patio trasero y les mostró tres recipientes diferentes: uno para los residuos orgánicos como cáscaras de frutas y restos de comida, otro para los residuos reciclables como papel, cartón y plástico limpio; y finalmente, un recipiente especial para los residuos peligrosos como pilas usadas o productos químicos. - ¡Familia! - exclamó Girsito emocionado-.

Hoy vamos a aprender a separar correctamente nuestros residuos. Esto es muy importante para cuidar nuestro planeta. Sus padres lo miraron con curiosidad mientras él explicaba detalladamente qué tipo de residuo debía ir en cada recipiente.

Les mostró ejemplos e incluso les enseñó cómo debían lavar las botellas de vidrio antes de colocarlas en el contenedor adecuado. La hermana mayor de Girsito, Sofía, estaba intrigada y preguntó:- ¿Y qué hacemos con los residuos peligrosos? No podemos simplemente tirarlos a la basura común.

Girsito sonrió y sacó de su bolsillo un folleto que había encontrado en el parque. Era una guía sobre cómo manejar los residuos peligrosos en Cali, según la resolución 2184 de 2019.

- ¡Miren! Aquí dice que debemos llevar los residuos peligrosos a puntos de recolección especiales donde los reciclarán o desecharán adecuadamente. Podemos buscar el punto más cercano y llevar allí nuestras pilas usadas y productos químicos. La familia de Girsito quedó impresionada por su iniciativa y entusiasmo.

Todos decidieron seguir sus consejos y comenzaron a separar correctamente los residuos en casa. Pronto, se dieron cuenta de lo fácil que era una vez que entendían qué iba en cada contenedor.

Con el tiempo, Girsito se convirtió en un pequeño líder ambientalista dentro de su comunidad. Decidió compartir sus conocimientos con sus amigos del colegio y juntos organizaron campañas para concientizar sobre la importancia de separar los residuos desde casa.

Poco a poco, las calles de Cali comenzaron a cambiar. Las personas empezaron a adoptar la práctica de separar los residuos correctamente gracias al ejemplo inspirador de Girsito.

Un día, mientras caminaba por el parque nuevamente, Girsito notó algo diferente: no había basura tirada por todas partes como antes. En cambio, vio niños jugando felices sin preocuparse por tropezarse con desperdicios. Girsito sonrió orgulloso al ver cómo su esfuerzo había tenido un impacto positivo en su ciudad.

Sabía que aún había mucho trabajo por hacer para cuidar el medio ambiente, pero estaba seguro de que, con pequeñas acciones como la separación de residuos desde casa, podían lograr grandes cambios. Desde aquel día, Girsito se convirtió en un verdadero defensor del planeta.

Su historia inspiró a muchos otros niños y adultos a hacer lo mismo y juntos lograron convertir a Cali en una ciudad más limpia y sostenible.

Y así, gracias al valiente niño llamado Girsito, todos aprendieron que separar los residuos desde casa era algo divertido y necesario para proteger nuestro hogar: la Tierra.

FIN.

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