Globos de Sueños



Había una vez dos amigos llamados Felix y Uziel que estaban muy emocionados porque habían sido invitados a una fiesta de cumpleaños.

La mamá de Felix los llevó al salón de eventos, donde había música, juegos y muchos globos de colores. Los niños se divirtieron muchísimo jugando con los globos, lanzándolos al aire y tratando de atraparlos. Reían a carcajadas cada vez que uno rebotaba en sus narices o se les escapaba entre las manos.

Fue un día lleno de risas y alegría. Después de tantas emociones, llegó la hora de irse a casa.

La tía Maru, una amiga muy especial que vivía cerca del salón, ofreció llevarlos en su auto y quedarse a dormir en su casa para descansar después de tanta diversión. Cuando llegaron a la casa de la tía Maru, aún seguían emocionados por todo lo que habían vivido en la fiesta.

Pero antes de acostarse, la tía Maru les dijo algo muy importante:"-Chicos, sé que se divirtieron mucho hoy con los globos en la fiesta. Los globos son como nuestros sueños: pueden volar alto si los dejamos ir o pueden desinflarse si no les ponemos atención.

"Felix y Uziel escuchaban atentamente las palabras sabias de su tía mientras se preparaban para dormir. "-A veces tenemos miedo de dejar volar nuestros sueños porque nos asusta el fracaso o el qué dirán los demás", continuó la tía Maru.

"Pero recuerden siempre esto: ustedes son dueños únicos e irrepetibles de sus propios sueños. No importa lo que los demás piensen, lo importante es creer en ustedes mismos y trabajar duro para hacer realidad aquello que desean.

"Los niños se quedaron pensativos mientras se acomodaban en las camas. Aquellas palabras resonaban en sus corazones y les dieron una gran motivación para perseguir sus sueños. A la mañana siguiente, Felix y Uziel despertaron con mucha energía y entusiasmo.

La tía Maru les preparó un delicioso desayuno antes de llevarlos de regreso a casa. "-Tía Maru, gracias por todo", dijo Felix emocionado. "Nos hiciste entender que nuestros sueños son importantes y que debemos luchar por ellos sin importar lo que pase.

"Uziel asintió con una sonrisa en su rostro y agregó: "-Sí, tía Maru, nunca nos olvidaremos de tus sabias palabras. Vamos a volar alto como los globos y haremos realidad nuestros sueños.

"La tía Maru abrazó a los niños con cariño y les deseó mucha suerte en su camino hacia la realización de sus metas. Desde ese día, Felix y Uziel trabajaron arduamente para alcanzar sus sueños. Nunca dejaron que el miedo o las opiniones negativas los detuvieran.

Y poco a poco, vieron cómo esos globos llenos de ilusiones comenzaron a elevarse cada vez más alto hasta llegar al cielo azul.

Así es como aprendieron la valiosa lección de seguir sus sueños sin importar qué obstáculos se interpongan en su camino. Y siempre recordaron las palabras inspiradoras de su querida tía Maru: "Tú eres el único dueño de tus sueños, así que hazlos volar alto y hazlos realidad".

FIN.

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