Goku, el robot verde y rojo




En un lejano planeta llamado Equiz, en un futuro muy lejano, vivía un robot llamado Goku. Era de un inusual color verde y rojo, lo que lo hacía destacar entre los demás robots.

Goku era muy curioso y siempre estaba explorando su planeta en busca de aventuras. Un día, mientras se adentraba en el bosque, se encontró con un simpático duende llamado Garnacho. -¡Hola, soy Garnacho! ¿Qué hace un curioso robot como tú por aquí? -dijo el duende con entusiasmo.

Goku le explicó que le encantaba descubrir nuevas cosas y que siempre estaba en busca de emocionantes experiencias. Impresionado por la valentía de Goku, Garnacho decidió unirse a él en sus aventuras.

Juntos exploraron bosques encantados, desiertos misteriosos y montañas imponentes. En una de sus expediciones, se encontraron con Ignacio, un bondadoso dios que velaba por la paz en Equiz. -Hola, soy Ignacio, el guardián de este planeta.

Es un placer conocer a valientes como ustedes, dispuestos a descubrir lo desconocido -comentó el dios con una sonrisa. Impresionado por la valentía y la determinación de Goku y Garnacho, Ignacio decidió otorgarles un regalo especial: la posibilidad de viajar a través del tiempo y el espacio para vivir incontables aventuras.

Desde ese día, Goku, Garnacho y Ignacio se convirtieron en inseparables amigos, explorando nuevos mundos y aprendiendo valiosas lecciones en el camino.

FIN.

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