Goku y el valiente Pollo Asado
Era un día soleado y radiante en el desierto. Goku, un niño lleno de energía y valentía, decidió salir a jugar con su amigo Pollo Asado. Aunque su nombre podía sonar cómico, Pollo Asado era un ave muy astuta y valiente, siempre dispuesto a ayudar a su mejor amigo.
"¡Vamos a jugar al bosque!" - exclamó Goku con emoción.
"¡Sí, vamos!" - respondió Pollo Asado, aleteando de alegría.
Los dos amigos se adentraron en el bosque lleno de árboles altos y verdes. Goku, emocionado, corría de un lado a otro, saltando y riendo. Pero en medio de su diversión, el pequeño se enredó en unas ramas espinosas.
"¡Ayuda!" - gritó Goku, tratando de liberarse, pero las ramas lo sujetaban cada vez más.
Pollo Asado no dudó ni un segundo y voló alto para ver cómo podía ayudar a su amigo. Justo en ese momento, un tigre apareció entre los arbustos, mirando a Goku con un brillo astuto en sus ojos.
"¡Goku, ten cuidado!" - gritó Pollo Asado, asustado por la aparición del tigre.
"¡Pollo Asado! Estuvo jugando y me enredé... ¡ayúdame!" - rogaba Goku, intentando salir de la trampa vegetal.
Pollo Asado se apresuró en buscar una idea rápida. Recordó que los tigres, aunque eran fuertes, tenían miedo de los ruidos fuertes. Así que comenzó a cacarear muy fuerte:
"¡Grrrrr! ¡Soy un tigre aún más grande!" - gritó Pollo Asado, intentando imitar el rugido del tigre.
El tigre, sorprendido por el sonido y creyendo que había otro tigre cerca, decidió alejarse un poco. Pollo Asado, al ver la oportunidad, voló rápidamente hacia Goku y empezó a picotear las ramas que lo atrapaban.
"¡Rapidito, Goku! ¡Solo un poco más!" - animó Pollo Asado mientras sus picos afilados ayudaban a liberar a su amigo.
Finalmente, Goku logró liberarse y saltó de pie.
"¡Gracias, Pollo Asado! Sos el mejor amigo que podría tener." - dijo Goku, lleno de gratitud.
Pero el tigre no se dio por vencido y regresó, más furioso que antes. En un instante, Goku tuvo otra idea.
"¡Pollo Asado! Tengo un plan. Vamos a hacer ruido juntos. ¡Vamos a asustarlo!" - sugirió Goku.
Entonces, ambos comenzaron a gritar y a hacer ruidos extraños para engañar al tigre. Pollo Asado picoteaba el suelo y daba vueltas, mientras Goku hacía sonidos de percusión con unos troncos que encontró.
El tigre se confundió y decidió que era mejor irse a buscar un lugar más tranquilo.
"¡Lo logramos!" - celebró Goku, sonriendo al ver que el tigre se alejaba.
"Sí, ¡y lo hicimos juntos!" - replicó Pollo Asado.
Desde ese día, Goku y Pollo Asado aprendieron la importancia del trabajo en equipo y cómo las soluciones creativas pueden ayudar en situaciones complicadas. Volvieron a jugar, felices y libres, siempre recordando su gran aventura en el bosque.
Y así, los dos amigos vivieron muchas más aventuras, pero siempre juntos, enfrentando cada desafío con valentía y creatividad.
FIN.