Gol al cielo
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un niño llamado Juanito que soñaba con ser futbolista profesional.
Desde muy chico practicaba todos los días en la plaza del pueblo, con su viejo balón de fútbol lleno de parches. Un día, mientras entrenaba como siempre, Juanito pateó tan fuerte el balón que salió disparado hacia el cielo azul.
Todos en la plaza se quedaron asombrados viendo cómo el balón subía y subía hasta que desapareció entre las nubes. Juanito se puso a llorar desconsoladamente, pensando que había perdido su único tesoro. Pero lo que Juanito no sabía era que aquel gol al cielo iba a cambiar su vida para siempre.
Mientras seguía llorando, una luz brillante apareció frente a él y de repente se materializó un hada madrina. "¡No llores más, Juanito! -dijo el hada con voz dulce-.
Tu gol al cielo ha sido tan poderoso y sincero que los dioses del fútbol han decidido concederte un deseo. "Juanito no podía creer lo que estaba pasando, pero decidió pedirle al hada cumplir su sueño de convertirse en futbolista profesional. El hada sonrió y le dijo:"Tu deseo ha sido concedido, Juanito.
A partir de este momento tendrás la oportunidad de entrenar con los mejores equipos y jugar en los estadios más grandes del mundo. "Así fue como Juanito comenzó su increíble aventura en el mundo del fútbol.
Entrenó duro cada día, mejorando sus habilidades y aprendiendo de los mejores jugadores. Pronto se convirtió en una estrella dentro y fuera de la cancha, siendo reconocido por su talento y humildad. Pero la historia no termina ahí.
Un día, durante la final del campeonato mundial, con su equipo empatado 1-1 contra el rival más fuerte, llegó el momento crucial: un tiro libre directo justo en la última jugada del partido.
Juanito tomó impulso y pateó el balón con todas sus fuerzas hacia el arco rival. El estadio entero contuvo la respiración mientras veían cómo el balón describía una curva perfecta hasta colarse en el ángulo superior derecho.
El gol al cielo se hizo realidad una vez más, esta vez llevando a Juanito y a su equipo a la victoria. Desde ese día en adelante, cada vez que alguien preguntaba cómo logró semejante proeza, él respondía con una sonrisa:"Fue gracias a un gol al cielo.
" Y así enseñaba a todos que nunca hay que dejar de soñar ni rendirse ante las adversidades; porque incluso cuando parece imposible alcanzar nuestras metas más altas, siempre podemos encontrar una forma única e inesperada de hacerlas realidad.
FIN.