Gomi y el mural multicolor
Había una vez una escuela muy especial llamada "Escuela Arcoíris". En esta escuela, todos los objetos escolares cobraban vida y tenían personalidades únicas. Había lápices parlanchines, libros sabios y tijeras veloces.
Pero había un objeto en particular que se sentía diferente a los demás: era una goma de borrar llamada Gomi. Gomi no tenía un color definido como las demás gomas de borrar. Mientras todas ellas eran blancas, Gomi era de muchos colores diferentes.
Se sentía triste porque pensaba que no encajaba con el resto de sus compañeros. Un día, la maestra del aula, la Sra. Pizarra, decidió hacer algo especial para enseñarles a todos la importancia de aceptarse y valorarse tal como son.
Organizó una actividad en la que cada objeto escolar debía representar su color favorito. Cuando llegó el turno de Gomi, ella dudó por un momento antes de decir: "-Mi color favorito es... ¡todos los colores del arcoíris!".
Todos quedaron sorprendidos y comenzaron a reírse de ella. Los lápices decían: "-¿Cómo puedes tener más de un color? Eso no tiene sentido". Los libros murmuraban entre ellos: "-Es raro ser tan diferente".
Gomi se sintió muy triste y corrió hacia el patio llorando. Allí se encontró con Luzi, una linterna mágica que siempre iluminaba las situaciones difíciles. Luzi le preguntó qué le pasaba y Gomi le contó todo lo sucedido en clase.
Luzi sonrió amablemente y le dijo: "-Gomi, tú eres especial. Tener muchos colores es una bendición. Significa que puedes adaptarte a cualquier situación y hacer el mundo más colorido".
Gomi se sintió un poco mejor al escuchar las palabras de Luzi, pero aún se preguntaba cómo podría demostrarle a todos los demás que ser diferente era algo maravilloso. Al día siguiente, la Sra.
Pizarra les dio a todos una tarea muy importante: debían diseñar un mural en el que cada objeto escolar representara su personalidad única y sus habilidades especiales. Gomi decidió utilizar todos los colores del arcoíris para mostrar su diversidad. Cuando llegó el momento de presentar los murales, Gomi mostró su creación con orgullo.
Todos quedaron impresionados por la belleza y originalidad del mural de Gomi. Los lápices dijeron: "-¡Es increíble! Nunca habíamos visto algo tan hermoso". Los libros agregaron: "-Tu creatividad nos inspira".
Desde ese día, Gomi se convirtió en la goma de borrar más querida y respetada de toda la escuela. Aprendió a aceptarse tal como era y enseñó a sus compañeros que ser diferentes no solo está bien, sino que también puede ser una fuente de inspiración para los demás.
La Escuela Arcoíris se volvió un lugar lleno de alegría y diversidad, donde todos aprendieron a valorar las cualidades únicas de cada uno.
Y así, gracias a Gomi, descubrieron que el verdadero valor radica en aceptarse y celebrar nuestras diferencias.
FIN.