Gonzalo y el miedo a los rayos



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivía un niño llamado Gonzalo, quien desde pequeño había tenido un gran miedo a los rayos.

Cada vez que una tormenta se acercaba, Gonzalo se escondía debajo de su cama y temblaba de miedo. Sus amigos, Manuel y Florencia, no entendían por qué Gonzalo tenía tanto miedo. - ¿Por qué te asustan los rayos, Gonzalo? - preguntaba Manuel. - No lo sé, simplemente me dan miedo y no puedo evitarlo - respondía Gonzalo.

Manuel y Florencia querían ayudar a su amigo a superar su miedo, así que idearon un plan. Decidieron buscar al abuelo de Manuel, quien era un gran aficionado a la astronomía y sabía mucho sobre el clima.

- Abuelo, ¿nos puedes enseñar más sobre los rayos y las tormentas? - preguntó Florencia. El abuelo, con una sonrisa en el rostro, aceptó encantado.

Durante semanas, el abuelo les enseñó a los tres amigos todo lo que sabía sobre los rayos, explicándoles cómo se formaban las tormentas, por qué ocurrían los relámpagos y cómo protegerse durante una tormenta. Con el tiempo, Gonzalo comenzó a comprender más sobre los rayos y perdió un poco de su miedo.

Una tarde, mientras estaban en la plaza del pueblo, una gran tormenta se desató de repente. En lugar de esconderse, Gonzalo recordó lo que había aprendido y miró al cielo con valentía.

- ¡Chicos, ven aquí! Miren cómo bailan los rayos en el cielo, es asombroso - exclamó Gonzalo, señalando el espectáculo de relámpagos. Sus amigos lo miraron sorprendidos y orgullosos de ver a Gonzalo superando su miedo.

Desde ese día, Gonzalo ya no tuvo tanto miedo a los rayos, y con el tiempo, su miedo desapareció por completo. Los tres amigos aprendieron que conocer y comprender aquello que nos asusta puede darnos la valentía para enfrentarlo. Y así, Gonzalo, Manuel y Florencia siguieron viviendo mil aventuras juntos, siempre dispuestos a ayudarse mutuamente.

FIN.

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