Guardiana de lobos



Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, una niña llamada Luna. Luna era una niña muy especial, ya que desde pequeña había sentido una conexión muy fuerte con los lobos.

Siempre se pasaba horas leyendo libros sobre ellos, mirando documentales y soñando con ser uno de ellos. Un día, durante una excursión al bosque con su familia, Luna se separó del grupo y se adentró más y más en el espeso bosque.

De repente, escuchó un aullido a lo lejos que la estremeció de emoción. Sin dudarlo un segundo, siguió el sonido hasta encontrarse cara a cara con una manada de lobos. Los lobos la rodearon curiosos, olfateando su presencia.

Luna no sintió miedo en absoluto; al contrario, sintió que por fin estaba donde pertenecía. Se arrodilló frente a ellos y les habló con ternura: "Hola amigos, soy Luna y siempre he querido ser como ustedes".

Los lobos se miraron entre sí sorprendidos por las palabras de la niña.

Uno de ellos, el lobo alfa, se acercó lentamente a Luna y le dijo: "-¿Por qué quieres ser como nosotros? Los humanos temen a los lobos y nos consideran peligrosos". Luna respondió con determinación: "-Sé que muchos no entienden su belleza y su importancia en el ecosistema, pero yo los admiro profundamente. Quiero aprender de ustedes, vivir en armonía con la naturaleza y protegerla".

El lobo alfa asintió impresionado por las palabras de Luna y decidió darle una oportunidad. La invitó a quedarse con la manada y aprender sus costumbres y habilidades. Así comenzó la increíble aventura de Luna como aprendiz de lobo.

Aprendió a cazar, a comunicarse mediante aullidos, a respetar jerarquías dentro del grupo y sobre todo, aprendió el valor de la unidad familiar. Con el tiempo, Luna se convirtió en una gran defensora de los lobos en su pueblo.

Organizaba charlas educativas sobre la importancia de conservar estas magníficas criaturas y cómo convivir pacíficamente con ellas.

Y aunque nunca llegó a convertirse físicamente en un lobo, Luna siempre llevaba uno tatuado en su corazón como símbolo de valentía e inspiración para seguir protegiendo a quienes tanto amaba.

FIN.

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