Guardianas del Bosque

María y sus amigas correteaban por el campo, riendo y disfrutando del día soleado. El sol brillaba en lo alto, iluminando las flores silvestres y los árboles frutales que rodeaban el lugar.

María era una niña curiosa y valiente, siempre lista para explorar y descubrir nuevas aventuras. Un día, mientras jugaban a reagarrar los frutos maduros de los árboles, María vio algo brillante entre las ramas de un manzano.

Se acercó con cautela y descubrió un nido con huevos de pájaro. Sus amigas se emocionaron al verlos, pero María recordó lo importante que era respetar la naturaleza. "Chicas, tenemos que ser cuidadosas.

Estos huevos son el hogar de futuros pajaritos", les dijo María con voz suave pero firme. Sus amigas asintieron y juntas decidieron alejarse para no perturbar a los pequeños habitantes del nido. Continuaron su juego en otro sector del campo, reagarrando frutas maduras y disfrutando de la naturaleza sin dañarla.

Mientras caminaban, escucharon un ruido proveniente de un arbusto cercano. Con curiosidad, se acercaron lentamente y encontraron a un pajarito atrapado entre las ramas. "¡Pobrecito! Necesita nuestra ayuda", exclamó una de las amigas preocupada.

María se acercó con cuidado al pajarito y logró liberarlo con delicadeza. El pequeño voló rápidamente hacia su nido en busca de refugio, mientras las niñas lo observaban con admiración. "Gracias por ayudarlo, María", dijeron sus amigas al unísono.

María sonrió feliz sabiendo que había hecho lo correcto al ayudar a aquel indefenso pajarito. Esa tarde aprendieron juntas la importancia de respetar a todos los seres vivos y cuidar el medio ambiente en el que vivimos.

Desde ese día, María y sus amigas continuaron explorando el campo con ojos atentos a cualquier señal de vida vulnerable que pudieran proteger. Su amor por la naturaleza creció aún más, convirtiéndose en guardianas del bosque donde jugaban felices cada día.

Y así, entre risas y juegos en armonía con la naturaleza, María y sus amigas demostraron que pequeñas acciones pueden marcar la diferencia para hacer del mundo un lugar mejor para todos los seres vivos que lo habitan.