Guardianas del Océano



Había una vez en la costa de Argentina, un pequeño pueblo llamado Mar Casita. En este pintoresco lugar vivía una niña llamada Mar, quien tenía una gran pasión por el mar y las ballenas.

Mar era muy curiosa e inteligente, y debido a la pandemia que se había desatado en el mundo, su mamá tuvo que trabajar desde casa. Esto significaba que Mar también debía estudiar desde su hogar.

Un día, mientras Mar estaba sentada frente a su computadora realizando sus tareas escolares, escuchó un sonido extraño proveniente del mar. Se levantó rápidamente de su escritorio y fue corriendo hacia la playa para ver qué estaba sucediendo.

Al llegar a la orilla del mar, Mar vio algo sorprendente: ¡una ballena saltando sobre las olas! Estaba tan emocionada que no pudo evitar gritar de alegría. La ballena pareció escucharla y nadó más cerca de la costa.

"¡Hola pequeña amiga!", dijo la ballena con una voz cálida y amigable. Mar no podía creer lo que estaba pasando. Una ballena le estaba hablando. "¿Cómo sabes mi nombre?", preguntó Mar asombrada. "Soy Luna, la ballena viajera", respondió Luna con una sonrisa gigante.

Mar quedó boquiabierta al descubrir que esta increíble criatura podía hablar. "He oído hablar de tu amor por el mar y las ballenas", continuó Luna. Mar asintió emocionada. "Tengo algo especial para ti", dijo Luna misteriosamente mientras sacaba algo del agua.

Para sorpresa de Mar, era una tabla de surf hecha especialmente para ella. Era del color del océano y tenía el dibujo de una ballena en la parte trasera. "Esta tabla te llevará a aventuras increíbles", dijo Luna emocionada.

Mar no podía creer su suerte. Siempre había soñado con surfear las olas junto a las ballenas y ahora tenía la oportunidad de hacerlo.

A partir de ese día, Mar comenzó a combinar sus estudios en casa con sus paseos diarios al mar para practicar surf. Con cada ola que surfeaba, sentía una conexión especial con el océano y todas las criaturas que vivían en él. Un día, mientras Mar estaba surfeando, notó algo extraño en el agua.

Había un grupo de peces atrapados en una red abandonada. Sin pensarlo dos veces, Mar se sumergió y ayudó a liberarlos uno por uno. "¡Gracias por salvarnos!", dijeron los peces mientras nadaban hacia la libertad.

Mar se sintió feliz y orgullosa de haber podido ayudar a esas pequeñas criaturas marinas. A medida que pasaba el tiempo, más y más animales acudían a Mar cuando necesitaban ayuda.

Un día, Mar recibió un mensaje urgente de Luna: había una ballena bebé perdida cerca de la costa y necesitaba su ayuda para encontrar a su familia. Sin dudarlo ni un segundo, Mar se subió rápidamente a su tabla de surf y navegó hacia donde Luna le indicaba.

Después de mucho buscar, finalmente encontraron a la familia perdida. La mamá ballena estaba muy feliz al reunirse con su cría gracias a la valentía y determinación de Mar.

A partir de ese día, Mar se convirtió en una heroína para los habitantes del mar. La gente del pueblo comenzó a llamarla "Mar, la surfista de las ballenas". Y así, Mar siguió estudiando desde su casa, pero también encontró tiempo para ayudar a proteger el océano y todas sus criaturas.

Cada vez que surfeaba con las ballenas, recordaba lo importante que era cuidar el mar y todo lo que en él habita.

La historia de Mar nos enseña que todos podemos hacer la diferencia cuando seguimos nuestras pasiones y usamos nuestros talentos para ayudar a los demás. El amor por el mar y las ballenas llevó a Mar a convertirse en una verdadera defensora del océano. Y tú, ¿qué puedes hacer para proteger nuestro planeta?

FIN.

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