Guardianes de la Laguna
Había una vez en una laguna muy sucia y llena de basura, vivían Una, una rana muy curiosa y valiente, y Cocodrilo, un cocodrilo amigable y cariñoso. Desde que eran pequeños, habían sido inseparables y siempre se ayudaban mutuamente.
Una tarde soleada, mientras exploraban los alrededores de la laguna en busca de comida, escucharon un ruido extraño proveniente del otro lado. Se acercaron con cautela y descubrieron a un grupo de humanos plantando árboles coloridos cerca del agua.
- ¡Mira Cocodrilo! -exclamó Una emocionada-. Estos humanos están plantando árboles para embellecer nuestra laguna. Son personas buenas.
Cocodrilo asintió con alegría mientras observaba cómo los humanos trabajaban arduamente para crear un ambiente más saludable para todos los habitantes de la laguna. A medida que pasaba el tiempo, Una y Cocodrilo se volvieron amigos cercanos de los humanos buenos. Aprendieron sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo cada acción cuenta para preservar la naturaleza.
Un día triste, mientras nadaban por su hogar lleno de vida vegetal gracias a los árboles plantados por los humanos buenos, notaron algo alarmante: algunos humanos malos estaban arrojando basura a la laguna sin ningún remordimiento.
- ¡No puedo creerlo! -dijo Una indignada-. Están ensuciando nuestro hogar después de todo lo que hemos aprendido sobre cuidarlo. Cocodrilo estaba igualmente molesto y preocupado.
Sabía que la basura podía dañar a los animales y plantas de la laguna, incluido él mismo. Decidieron entonces hablar con los humanos buenos para pedirles ayuda. Les explicaron lo que estaba sucediendo y juntos idearon un plan para detener a los humanos malos.
Una noche, cuando los humanos malos pensaban que nadie los observaba, Una y Cocodrilo se acercaron sigilosamente al lugar donde estaban arrojando basura. Mientras tanto, los humanos buenos comenzaron a poner letreros en la laguna para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente. - ¡Deténganse! -gritó Una valientemente-.
¡No pueden seguir ensuciando nuestra laguna! Los humanos malos se sorprendieron al ver a la rana y al cocodrilo enfrentándolos.
Pero antes de que pudieran responder, una multitud de animales del bosque apareció detrás de ellos, apoyando las palabras de Una y Cocodrilo. - ¡Basta ya! -dijeron todos en coro-. Queremos vivir en un ambiente limpio y saludable. Los humanos malos quedaron avergonzados por sus acciones irresponsables.
Prometieron cambiar su comportamiento y ayudar a limpiar la laguna junto con los demás habitantes. A partir de ese día, todos trabajaron juntos para mantener limpia la laguna. Los animales se encargaban de reagarrar cualquier basura que encontraran mientras los humanos plantaban más árboles para purificar el agua aún más.
Con el tiempo, la laguna volvió a ser un lugar hermoso y lleno de vida. Los humanos buenos y los animales vivían en armonía, cuidando y protegiendo su hogar.
Esta historia nos enseña que todos podemos hacer la diferencia, sin importar cuán pequeños seamos. Si trabajamos juntos y nos esforzamos por cuidar el medio ambiente, podemos lograr grandes cambios para preservar nuestro planeta.
Y así, Una y Cocodrilo se convirtieron en embajadores del cuidado del medio ambiente, inspirando a otros a tomar acción y a valorar la importancia de mantener limpios nuestros hogares naturales.
FIN.