Guardianes de la Naturaleza
Había una vez en un hermoso campo verde, una pequeña ovejita llamada Lola. Lola vivía junto a su mamá y sus amigos animales: el patito Pato, el conejito Conejo y la vaca Vaca.
Un día, mientras paseaban por el campo, Lola notó algo extraño. El río que solía ser cristalino ahora estaba lleno de basura y contaminación. Los árboles estaban tristes y marchitos, y los pájaros ya no cantaban como antes.
Lola se preocupó mucho por lo que veía y decidió hablar con sus amigos sobre ello. Juntos decidieron buscar una solución para salvar su hogar. "Chicos, tenemos que hacer algo para limpiar nuestro río", dijo Lola con determinación.
"Tienes razón, pero ¿cómo lo haremos?", preguntó Pato. Lola tuvo una idea brillante: organizarían un gran evento de limpieza en todo el campo. Invitarían a todos los animales del lugar para que se sumaran a la causa.
Así comenzaron a repartir volantes por todo el campo invitando a todos a participar en la limpieza del río. Además, visitaron las escuelas cercanas para enseñarles a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
El día del evento llegó y todos los animales estaban emocionados por ayudar. Había monos trepando árboles para reagarrar basura, ardillas llevando ramitas al río para construir barreras naturales contra la contaminación y hasta mariposas transportando semillas de plantas purificadoras alrededor del agua sucia.
Poco a poco, el río comenzó a recuperar su brillo y los árboles volvieron a florecer. Los pájaros regresaron y llenaron el campo con sus hermosos cantos. Lola y sus amigos estaban felices al ver cómo su esfuerzo había valido la pena.
Pero sabían que no podían detenerse ahí, todavía había mucho por hacer para proteger el planeta. "Ahora que limpiamos nuestro río, debemos seguir cuidando de él", dijo Conejo. "Exacto.
Y también podemos enseñar a otros animales y personas sobre la importancia de mantener limpio nuestro hogar", agregó Vaca. Así fue como Lola, Pato, Conejo y Vaca se convirtieron en los defensores del medio ambiente.
Viajaron por todo el país compartiendo su historia y enseñando a todos cómo cuidar nuestra tierra. Gracias a ellos, más animales se unieron a la causa y las personas comenzaron a tomar conciencia sobre la importancia de preservar nuestro planeta.
Y así, gracias al valiente corazón de una pequeña ovejita llamada Lola, el mundo se convirtió en un lugar más limpio y saludable para todos vivir. Fin.
FIN.