Guardianes de la Naturaleza
Era un hermoso día en la ciudad de La Verde, donde vivían dos amigos inseparables, Álvaro y Mónica. Amigos desde el jardín de infantes, se pasaban las tardes jugando en el parque, rodeados de árboles, flores y pájaros que cantaban. Pero un día, mientras paseaban por su lugar favorito, se dieron cuenta de algo alarmante.
"Mirá, Mónica, ¿no te parece que hay mucha basura en el parque hoy?" - dijo Álvaro, señalando un montón de envoltorios de golosinas y botellas de plástico esparcidas por el suelo.
"Sí, tenés razón, Álvaro. Es una pena que la gente no cuide este lugar tan lindo" - respondió Mónica, con una expresión de tristeza.
Decididos a hacer algo al respecto, los dos amigos se sentaron en un banco y empezaron a idear un plan.
"¿Qué tal si hacemos un cartel que invite a la gente a cuidar el parque?" - propuso Mónica.
"¡Eso suena genial! Y también podríamos organizar una limpieza " - sugirió Álvaro, lleno de entusiasmo.
Y así, con muchas ganas, hicieron un colorido cartel que decía: "Este parque es nuestro hogar. ¡Cuidémoslo!". Lo colocaron en la entrada del parque y, al día siguiente, se prepararon para la gran limpieza.
La mañana de limpieza llegó y los amigos invitaron a todos los que pasaban.
"¡Hola! ¿Qué tal? Vení, estamos limpiando el parque. Es divertido y podemos hacer una gran diferencia" - decía Mónica a los transeúntes.
Muchos niños se unieron a ellos y, en un rato, el parque comenzó a lucir mejor. Pero de repente, apareció un grupo de chicos que no parecían estar interesados en ayudar. Uno de ellos, llamado Julián, se burló de ellos.
"¿Qué hacen? ¿No ven que no va a cambiar nada?" - se rió Julián.
"¡Claro que va a cambiar!" - exclamó Álvaro, decidido a no dejarse desanimar. "Si todos cuidamos un poco, podemos lograr cosas grandes".
Mónica, con una idea brillante, se acercó a Julián.
"¿Qué te parece si venís a ver cómo estamos trabajando? Podés ayudarnos a encontrar cosas que podamos reciclar" - le propuso con una sonrisa.
Intrigado por la propuesta, Julián aceptó. Y mientras recorrían el parque, Álvaro y Mónica le explicaban cómo se podían reciclar esos residuos.
"Mirá, Julián, estas botellas de plástico pueden convertirse en nuevos productos" - le dijo Álvaro. "Y si, en vez de tirar, la gente aprende a separar, ayudamos un montón al planeta".
Julián comenzó a interesarse, y a medida que ayudaba, comprendió que no solo estaba limpiando el parque, sino también contribuyendo a la salud del medio ambiente. Al final de la jornada, el parque volvió a brillar, y lo más sorprendente fue que Julián se unió al grupo de amigos.
"No sabía que cuidar el medio ambiente podía ser tan divertido" - comentó Julián con una gran sonrisa.
Entusiasmados por la respuesta de Julián, Álvaro y Mónica decidieron organizar una feria de reciclaje en el parque para el fin de semana. Así, no solo seguirían limpiando, sino que también enseñarían a otras personas sobre la importancia de cuidar la naturaleza.
Cuando llegó el sábado, el parque estaba lleno de color, risas y muchas actividades. Había juegos y talleres donde enseñaban a hacer juguetes con materiales reciclados, cómo plantar pequeñas semillas, y hasta cocinar con ingredientes del huerto.
Mientras todos disfrutaban de la feria, por primera vez, los adultos comenzaron a hablar sobre cómo podían involucrarse más en cuidar la naturaleza. Al final del día, el parque había recuperado su esplendor, y lo mejor de todo, muchos nuevos amigos se habían unido a la causa.
"Este es solo el comienzo, chicos. Juntos podemos hacer un cambio" - exclamó Mónica, llena de alegría.
"¡Sí! La próxima vez, podemos visitar la escuela y contarles a todos sobre lo importante que es cuidar el planeta" - añadió Álvaro, emocionado.
Y así, los amigos no solo transformaron su parque, sino que comenzaron a conectar a la comunidad con el medio ambiente. Más que limpiar, habían sembrado las semillas de una nueva conciencia en su ciudad. Con su sonrisa, su entusiasmo y su amor por la naturaleza, Álvaro y Mónica demostraron que, aunque parezca difícil, siempre se puede hacer algo para cuidar nuestro planeta.
FIN.