Guardianes de la Selva


Había una vez en la selva un tigre llamado Tito, quien siempre estaba lleno de energía y ganas de divertirse.

Un día soleado, Tito decidió ir al parque de la selva para encontrarse con sus amigos y pasar un rato agradable. Al llegar al parque, Tito se encontró con su mejor amigo, el mono Lucas. Juntos comenzaron a jugar en los columpios y a trepar por los árboles. Rieron sin parar mientras saltaban de rama en rama.

De repente, escucharon un sonido extraño proveniente del arbusto cercano. Se acercaron cautelosamente para descubrir qué era y se llevaron una gran sorpresa cuando vieron a Lola, la leona más valiente de toda la selva.

"¡Hola chicos! ¿Quieren jugar conmigo?" dijo Lola emocionada. Tito y Lucas no podían creer lo que estaban escuchando. ¡Lola quería jugar con ellos! Era algo que nunca habían imaginado, ya que Lola solía ser muy seria y reservada.

"¡Claro que sí!" exclamó Tito entusiasmado. Los tres amigos corrieron hacia el lago del parque donde se encontraba Pedro, el hipopótamo más amigable de la selva. Pedro estaba nadando tranquilamente mientras disfrutaba del agua fresca.

"¡Pedro! ¡Ven a jugar con nosotros!" gritó Lucas emocionado. Pedro salió rápidamente del agua y se unió al grupo. Juntos comenzaron a inventar juegos divertidos como carreras de natación o saltos desde las rocas más altas al lago.

Todos reían sin parar y se divertían muchísimo. Sin embargo, mientras jugaban, Tito se dio cuenta de que había un problema. El parque estaba lleno de basura tirada por los visitantes descuidados.

Esto hizo que el tigre se sintiera triste y preocupado por el estado del lugar donde solían pasar tan buenos momentos. Tito decidió hablar con sus amigos sobre esto y les propuso una idea genial.

"Chicos, ¿qué tal si organizamos una limpieza en el parque? Podemos reagarrar toda la basura y hacerlo lucir hermoso otra vez". Todos estuvieron de acuerdo al instante. Juntos buscaron bolsas de basura y comenzaron a recolectar todos los desperdicios esparcidos por el suelo. Fue un trabajo arduo pero valió la pena.

Una vez terminada la limpieza, Tito, Lucas, Lola y Pedro observaron cómo el parque volvía a brillar como antes. Estaban felices por haber hecho algo bueno por su hogar.

Desde ese día, Tito y sus amigos organizaron regularmente actividades para mantener limpia la selva. Invitaban a otros animales a unirse a ellos y juntos lograron crear conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. El mensaje de amistad y responsabilidad ambiental se extendió rápidamente por toda la selva.

Los animales aprendieron que trabajar juntos podía marcar una gran diferencia en su comunidad. Y así fue como Tito, el tigre aventurero, junto con sus amigos demostraron que jugar no solo puede ser divertido sino también educativo y beneficioso para todos.

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