Guardianes de la Selva

Había una vez en la selva un elefante llamado Trompitas, un león llamado Rugido y un tigre llamado Rayas. Los tres eran muy amigos y les encantaba pasar el tiempo juntos explorando la selva y jugando.

Un día, mientras caminaban por la selva, escucharon a unos monitos llorando. Se acercaron rápidamente y vieron que los monitos estaban atrapados en lo alto de un árbol que se estaba incendiando.

Sin pensarlo dos veces, Trompitas usó su larga trompa para alcanzar a los monitos y bajarlos del árbol antes de que fuera demasiado tarde.

Los monitos agradecidos les contaron que el fuego había sido provocado por cazadores furtivos que querían capturar a todos los animales de la selva para venderlos. Esto preocupó mucho a Trompitas, Rugido y Rayas, quienes decidieron idear un plan para detener a los cazadores y proteger a sus amigos de la selva.

"¡Debemos trabajar juntos para detener a esos cazadores furtivos!", exclamó Rugido con determinación. "Sí, tenemos que unir nuestras fuerzas y ser más astutos que ellos", añadió Rayas con valentía. "Yo puedo usar mi fuerza para derribar las trampas que coloquen", propuso Trompitas con entusiasmo.

Los tres amigos se pusieron en acción y lograron desbaratar todos los planes de los cazadores furtivos. Con astucia, valentía y trabajo en equipo lograron proteger a todos los animales de la selva y mantenerlos seguros.

Desde ese día, Trompitas, Rugido y Rayas se convirtieron en héroes entre los animales de la selva. Su amistad, solidaridad y valentía les enseñaron una gran lección: juntos podían superar cualquier obstáculo por difícil que pareciera.

Y así, entre risas y aventuras, los tres amigos siguieron explorando la selva, sabiendo que juntos eran invencibles. Fin