Guardianes de la Tierra



En ese bosque vivían adas como Lila, una pequeña hadita de cabellos dorados y ojos brillantes. Lila era la más curiosa de todas y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras volaba por el bosque, Lila escuchó un llanto proveniente de un árbol cercano. Se acercó sigilosamente y descubrió a una ardillita atrapada en las ramas. Sin dudarlo, Lila usó su magia para liberarla.

La ardillita se llamaba Nuez y le contó a Lila que había perdido su hogar debido a un incendio en el bosque. Ahora no tenía dónde vivir ni qué comer. Lila sintió mucha tristeza por Nuez y decidió ayudarla.

Juntas emprendieron un viaje por el bosque en busca de un nuevo hogar para Nuez. Durante su recorrido encontraron muchos animales que también necesitaban ayuda: pajaritos sin nido, conejitos sin madriguera y mariposas sin flores donde posarse.

Lila utilizaba su magia para crear nuevos hogares temporales para todos los animales que encontraban en su camino. Les enseñaba a construir refugios con hojas y ramitas, siempre recordándoles la importancia de cuidar la naturaleza.

Un día, mientras exploraban una parte desconocida del bosque, Lila y Nuez se encontraron con un lago cristalino lleno de basura. Las adas quedaron horrorizadas al ver cómo el agua estaba contaminada y los peces luchaban por sobrevivir. Decididas a solucionar este problema, las chicas convocaron a todas las adas del bosque para una reunión urgente.

Juntas, idearon un plan para limpiar el lago y educar a los humanos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Lila y Nuez lideraron un grupo de adas que se encargó de recolectar la basura del lago, mientras que otras adas volaban por los alrededores repartiendo volantes informativos sobre cómo proteger la naturaleza. El esfuerzo conjunto dio resultados y poco a poco el lago comenzó a recuperarse.

Los peces volvieron a nadar libremente y el agua volvió a ser cristalina como antes. Los humanos, al ver la labor de las adas, se sintieron inspirados y decidieron tomar medidas para cuidar su entorno.

Plantaron árboles, reciclaron su basura y aprendieron a valorar la magia que había en cada rincón del bosque. Lila y Nuez se convirtieron en heroínas del bosque gracias a su valentía e iniciativa. Su amistad demostró que cuando nos ayudamos mutuamente y trabajamos juntos, podemos hacer grandes cambios en nuestro mundo.

Y así, el mágico bosque vivió felizmente gracias al amor incondicional de las adas mágicas que siempre estaban dispuestas a ayudar.

Y cada vez que alguien necesitaba ayuda o el bosque enfrentaba algún problema, Lila y Nuez acudían con alegría para recordarnos lo importante que es cuidar nuestro hogar: la naturaleza.

FIN.

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