Guardianes del Bosque



Tyler se encontraba en medio de un lugar desconocido. Miraba a su alrededor y veía casas antiguas, calles empedradas y gente vestida con trajes medievales. Se dio cuenta de que había llegado a 1412 d. C.

en España. Tyler estaba emocionado por estar en esa época tan lejana, pero también un poco asustado por no saber cómo regresar a casa. Decidió explorar el lugar y se adentró en un pequeño pueblo.

- ¡Vaya! Esto es increíble -exclamó Tyler mientras caminaba entre las casas de adobe. De repente, escuchó unos gritos y vio a un grupo de niños persiguiendo a un gato callejero con palos y piedras.

- ¡Alto! ¡No lastimen al pobre animal! -gritó Tyler mientras corría hacia ellos. Los niños se detuvieron sorprendidos al ver a este extraño joven defendiendo al gato. Tyler aprovechó ese momento para explicarles que los animales merecen respeto y cariño, y que lastimarlos está mal.

Los niños lo miraban con curiosidad, nunca habían visto a alguien como él antes. Tyler les contó sobre su viaje en el tiempo desde el futuro y les habló sobre la importancia de cuidar a los animales y respetar la naturaleza.

- ¿Y tú de dónde vienes? -preguntó uno de los niños con ojos brillantes. - Vengo del futuro, pero ahora estoy aquí contándoles esta historia porque sé lo importante que es proteger a los seres vivos -respondió Tyler con una sonrisa sincera.

Los niños escucharon atentamente cada palabra de Tyler y prometieron tratar mejor a los animales a partir de ese día.

Juntos, construyeron refugios para gatos callejeros, plantaron árboles en el bosque cercano y ayudaron en todo lo que pudieron a preservar la naturaleza que los rodeaba. Con el paso de los días, Tyler se convirtió en un héroe para aquel pequeño pueblo medieval. Todos lo admiraban por sus conocimientos sobre historia y su amor por la naturaleza.

Incluso le ofrecieron quedarse allí para siempre, pero él sabía que debía encontrar la manera de regresar a casa. Una noche, mientras observaba las estrellas desde una colina cercana al pueblo, vio una luz brillante acercarse lentamente hacia él.

Era la máquina del tiempo de su madre que había logrado ubicarlo gracias al rastreador especial que llevaba consigo. - ¡Tyler! ¡Por fin te encontré! -exclamó su madre emocionada desde la máquina del tiempo.

Tyler se despidió con nostalgia de sus nuevos amigos del pasado e ingresó rápidamente en la máquina del tiempo junto con su madre. Al volver al presente, Tyler reflexionaba sobre todas las enseñanzas que había compartido con aquellos niños en 1412 d. C.

Sabía que aunque estaba feliz por regresar, llevaría consigo el recuerdo imborrable de aquella experiencia única.

Desde entonces, cada vez que miraba las estrellas en una noche clara recordaba aquel mágico viaje en el tiempo donde descubrió que incluso siendo un adolescente amante del fútbol podía hacer grandes cosas si compartía sus conocimientos e inspiraba cambios positivos en quienes lo rodeaban.

FIN.

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