Guardianes del Bosque




Había una vez en un pueblito rodeado de un hermoso bosque, dos niños llamados Gian y Giulietta. Gian tenía 7 años y Giulietta apenas 2, pero a pesar de la diferencia de edad, compartían una pasión increíble por los animales y el medio ambiente.

Un día, mientras jugaban en el jardín, escucharon un ruido extraño que provenía del bosque. Decidieron aventurarse juntos para descubrir qué lo causaba. Al adentrarse, encontraron a un pajarito herido. Sin dudarlo, Gian y Giulietta decidieron cuidarlo y buscaron en casa una caja acolchada para resguardarlo.

- Gian: ¡Vamos a curarlo y cuidarlo hasta que pueda volar de nuevo!

- Giulietta: Sí, sí, ¡pájaro amigo! ¡No te preocupes, estaremos contigo!

Con mucho amor y dedicación, los niños cuidaron al pajarito día y noche. Lo alimentaron con gusanitos y lo mantuvieron abrigado. Después de unos días, el pajarito recuperó fuerzas y al fin pudo volar de nuevo, despidiéndose con un alegre gorjeo.

Este suceso despertó en Gian y Giulietta una inmensa curiosidad por conocer más sobre los animales y la naturaleza. Decidieron visitar la biblioteca del pueblo en busca de libros sobre el bosque y sus habitantes. Pasaron horas leyendo y descubriendo sobre la importancia de proteger el medio ambiente y a todas las criaturas que lo habitan.

Un día, mientras paseaban por el bosque, se toparon con un grupo de personas cortando árboles. Gian y Giulietta se acercaron valientemente y les preguntaron por qué lo estaban haciendo.

- Gian: ¡Buenos días! ¿Por qué cortan los árboles?

- Hombre del Bosque: Hola, niños. Estamos cortando árboles para hacer espacio para nuevas construcciones.

- Giulietta: ¡No pueden hacer eso! ¡Los árboles son el hogar de muchos animales!

Los niños explicaron con pasión la importancia de conservar el bosque y su diversidad. El hombre, impresionado por su conocimiento y valentía, decidió escucharlos y reflexionar sobre sus actos.

A partir de ese día, Gian y Giulietta se convirtieron en guardianes del bosque. Organizaron actividades de limpieza, concientización y reforestación, inspirando a otros a unirse a su causa. Con el tiempo, el bosque volvió a florecer, lleno de vida y alegría.

Gian y Giulietta, con su amor por la naturaleza y los animales, demostraron que incluso los más jóvenes pueden marcar una gran diferencia. Y así, su valentía y determinación se convirtieron en un ejemplo para todos en el pueblo, recordándoles que cuidar el planeta es una tarea de todos.

FIN.

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