Guardianes del mar
Había una vez en el mar un tiburón llamado Peligroso y una orca llamada Saltarina. Ambos eran animales muy diferentes, pero compartían algo en común: su amor por surcar las olas del océano.
Un día, mientras nadaban juntos cerca de la costa, vieron a unos pescadores que habían atrapado a varios de sus amigos peces.
Peligroso y Saltarina se acercaron para ver qué estaba pasando y descubrieron que los pescadores querían llevarse a todos los peces al mercado para venderlos. "Esto es terrible", dijo Peligroso con tristeza. "No podemos permitir que esto siga sucediendo". "Tienes razón", asintió Saltarina. "Debemos hacer algo al respecto".
Así fue como ambos decidieron trabajar juntos para salvar a sus amigos peces de las manos de los pescadores.
Peligroso utilizó su aguda vista para detectar dónde estaban los barcos pesqueros, mientras que Saltarina saltaba por encima del agua para distraer a los pescadores y evitar que vieran lo que estaban haciendo. Gracias a su astucia e inteligencia, lograron liberar a todos los peces capturados y devolverlos al mar donde pertenecían. "¡Lo logramos!", exclamó Peligroso emocionado. "Trabajando juntos pudimos salvar a nuestros amigos". "Sí", respondió Saltarina sonriendo.
"Nunca subestimes el poder de la amistad y la colaboración". A partir de ese día, Peligroso y Saltarina se convirtieron en los guardianes del mar y trabajaron juntos para proteger a todos los animales que habitaban en él.
Y cada vez que veían a un pescador acercarse, recordaban la importancia de la unidad y el trabajo en equipo.
La historia de Peligroso y Saltarina se convirtió en una leyenda entre los animales del mar, quienes aprendieron que cuando trabajamos juntos podemos lograr grandes cosas y proteger lo que más queremos.
FIN.