Guardianes del Océano
Había una vez dos niños llamados Gael y Luz, quienes eran grandes amantes de la naturaleza. Vivían en un pequeño pueblo costero donde podían disfrutar del mar y de todas las criaturas marinas que lo habitaban.
Un hermoso día, decidieron ir a la bajada 1 de las grutas, un lugar mágico donde se podía ver a las ballenas y toninas nadar libremente. Llevaban consigo sus cámaras fotográficas para capturar esos momentos especiales.
Al llegar a la playa, Gael y Luz se encontraron con sus amigos Mateo y Sofía. Juntos, caminaron hacia el acantilado desde donde podrían tener una vista privilegiada del mar. De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del agua.
Se asomaron por el borde del acantilado y quedaron asombrados al ver a una ballena atrapada entre unas rocas. La pobre criatura luchaba por liberarse pero no podía salir.
Gael, Luz, Mateo y Sofía sabían que tenían que hacer algo para ayudar a la ballena. Rápidamente buscaron cuerdas en la mochila de Gael y comenzaron a bajarlas hasta llegar al agua.
Con mucho cuidado, ataron las cuerdas alrededor del cuerpo de la ballena e hicieron fuerza para intentar moverla hacia aguas más profundas. Fue una tarea difícil pero no se dieron por vencidos. Después de varios intentos, finalmente lograron liberar a la ballena. Todos aplaudieron emocionados mientras veían cómo nadaba felizmente lejos de las rocas.
Pero su aventura aún no había terminado. Mientras celebraban su éxito, vieron a un grupo de toninas nadando cerca de la orilla. Pero algo no estaba bien, algunas de ellas estaban enredadas en redes de pesca abandonadas.
Sin dudarlo, Gael, Luz, Mateo y Sofía se lanzaron al agua para ayudar a las toninas. Con mucho cuidado, cortaron las redes con unas tijeras que llevaban en su mochila y liberaron a las pobres criaturas marinas.
Las toninas saltaron de alegría y nadaron hacia el horizonte junto con la ballena que habían salvado anteriormente. Todos se abrazaron felices por haber podido ayudar a esos animales tan especiales. Desde ese día, Gael y Luz se convirtieron en los guardianes oficiales del mar.
Junto con Mateo y Sofía, educaban a otras personas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar a todas las criaturas vivientes.
Cada vez que visitaban la bajada 1 de las grutas, recordaban esa increíble aventura que los había unido aún más como amigos. Sabían que juntos podían hacer grandes cosas por la naturaleza y seguir protegiendo a todos los seres vivos del mundo.
Y así fue como Gael y Luz demostraron al mundo entero que todos podemos marcar una diferencia si nos preocupamos por nuestro planeta y trabajamos juntos para preservarlo.
FIN.