Guardianes del Planeta



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegría, cuatro niños curiosos y aventureros: Martina, Pedro, Sofía y Tomás.

Un día, mientras exploraban el desván de la casa de la abuela de Martina, encontraron una caja llena de libros antiguos y polvorientos. - ¡Miren lo que encontré! -exclamó emocionada Martina mostrando los libros a sus amigos. - ¡Qué interesante! ¿Por qué no los abrimos y vemos qué hay dentro? -propuso Pedro con entusiasmo.

Los cuatro niños se sentaron en círculo alrededor de la caja y comenzaron a hojear los libros uno por uno. Para su sorpresa, descubrieron historias increíbles sobre mundos mágicos, criaturas fantásticas y héroes valientes.

- ¡Esto es asombroso! Nunca imaginé que los libros pudieran ser tan emocionantes -dijo Sofía maravillada. A medida que leían más y más, los niños se sumergieron en aventuras inolvidables.

Viajaron a tierras lejanas junto a princesas encantadas, surcaron mares turbulentos con piratas audaces y resolvieron acertijos intrigantes con detectives astutos. Una tarde, mientras leían un libro sobre ecología, se dieron cuenta del impacto que podían tener en el mundo que los rodeaba.

A partir de ese momento, decidieron formar el "Club Ecolectura" para concientizar a su comunidad sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. - Debemos reciclar más y plantar árboles para proteger nuestro planeta -dijo Tomás con determinación.

Los niños organizaron charlas educativas en la plaza del pueblo, limpiaron parques y jardines, e inspiraron a otros niños a unirse a su causa. Pronto, el Club Ecolectura creció en número y juntos lograron transformar Villa Alegría en un lugar más verde y sostenible.

Un año después de haber encontrado aquellos libros mágicos en el desván de la abuela de Martina, los cuatro amigos recibieron una carta muy especial.

Era del mismísimo autor de las historias que habían leído:"Queridos lectores, Me alegra saber que mis historias han despertado en ustedes el amor por la lectura y el compromiso con el cuidado del medio ambiente. Recuerden siempre que cada página que leen es una puerta hacia nuevos horizontes llenos de posibilidades infinitas. Sigan leyendo, sigan soñando y nunca pierdan la pasión por aprender.

Con cariño, El Autor"Los niños sonrieron emocionados al leer las palabras del Autor y supieron entonces que su amor por la lectura no tenía límites.

Juntos continuaron descubriendo cosas maravillosas entre las páginas de aquellos libros antiguos que les habían cambiado la vida para siempre.

FIN.

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