Guardianes Estrellados de Mili



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Serena, una niña llamada Mili. Mili era muy valiente durante el día, pero cuando llegaba la noche, le invadía un miedo terrible a dormir sola en su habitación.

Una noche, luego de que sus padres la arroparan y le dieran un beso de buenas noches, Mili les dijo con voz temblorosa: "No quiero dormir sola esta noche".

Sus padres trataron de calmarla diciéndole que todo estaba bien y que no había nada de qué preocuparse, pero Mili seguía sintiendo miedo. Al ver la angustia de su hija, los padres de Mili decidieron buscar una solución juntos. Entonces, su mamá tuvo una idea brillante.

Fue al armario y sacó una caja llena de estrellas brillantes que brillaban en la oscuridad. "Mira lo que tengo para ti", dijo emocionada. Mili abrió los ojos sorprendida y maravillada al ver las estrellas luminosas.

Su mamá pegó las estrellas en el techo sobre la cama de Mili formando figuras hermosas y relucientes. "Estas estrellas te acompañarán todas las noches y nunca estarás sola", le aseguró su mamá con cariño.

"¿De verdad van a cuidarme mientras duermo?" preguntó Mili con esperanza en sus ojos. "¡Claro que sí! Estas estrellitas serán tus guardianes nocturnos", respondió su papá sonriente. Con las nuevas compañeras luminosas en el techo de su habitación, Mili se acostó en la cama sintiéndose segura y protegida.

Observaba cómo las estrellas brillaban suavemente mientras cerraba los ojos poco a poco hasta quedarse profundamente dormida. Las noches ya no fueron tan temerosas para Mili gracias a sus nuevas amigas del cielo.

Se sentía tranquila sabiendo que las estrellas velaban por ella cada noche. Un mes después, una noche tormentosa golpeó Villa Serena con fuertes truenos y relámpagos. El viento soplaba con fuerza haciendo ruidos espeluznantes afuera.

A pesar del mal tiempo, Mili se encontraba tranquila bajo el resplandor reconfortante de sus amigas estelares. En medio de la tormenta, un estruendo repentino hizo saltar a todos de la cama asustados.

Los padres corrieron hacia la habitación de Mili para asegurarse de que estaba bien y se llevaron una gran sorpresa al encontrarla calmada mirando fijamente hacia el techo iluminado por las estrellas fluorescentes. "¿Cómo puedes estar tan tranquila con esta tormenta?" preguntaron sorprendidos.

"Las estrellas me dan paz y me recuerdan que siempre estoy protegida", respondió Mili con confianza. Desde esa noche, todos en Villa Serena conocieron la historia de cómo unas simples estrellitas ayudaron a Mili a superar su miedo a dormir sola.

Y así fue como nuestra valiente protagonista aprendió que incluso en los momentos más oscuros siempre hay luz y compañía si sabemos dónde buscarla.

FIN.

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