Guille y Sus Aventuras en la Plaza
Había una vez en un pequeño pueblo una niña llamada Guille. Era muy linda, con ojos brillantes y una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor. Guille también era muy inteligente y le encantaba aprender cosas nuevas.
Un día, decidió ir a la plaza a jugar. Al llegar, vio que había una gran variedad de juegos: un tobogán, columpios y hasta un parque de aventuras. Guille se lanzó hacia el tobogán y, después de un par de horas de juego, se sintió muy cansada.
"¡Qué divertido es jugar! Pero ahora necesito descansar" - dijo Guille mientras se acomodaba bajo un árbol.
Cuando llegó a su casa, su papá la esperaba con una sonrisa.
"¿Te divertiste en la plaza, Guille?"
"¡Sí, papá! Jugué hasta cansarme. Fui al tobogán y a los columpios. ¡Fue genial!"
Esa tarde, mientras Guille hacía la tarea, su mamá le preguntó:
"¿Hoy jugaste con amigas?"
"Sí, mamá. Estaba Martina y Sofía. Somos las mejores amigas. Jugamos juntas mucho tiempo y nos reímos un montón".
Guille y sus amigas, Martina y Sofía, siempre hacían todo juntas. Estudiaban, jugaban, y se ayudaban en lo que podían. Un día, decidieron participar en un concurso de dibujo en la escuela. El tema era "La amistad" y las tres se entusiasmaron mucho. Se reunieron en la casa de Guille y empezaron a planear su dibujo.
"Creo que deberíamos dibujar un árbol con tres ramas representando a cada una de nosotras" - sugirió Sofía.
"Y podemos añadir colores que nos representen a cada una" - dijo Martina.
"¡Excelente idea!" - respondió Guille emocionada.
Las tres se pusieron a trabajar y se pasaron toda la tarde diseñando su obra maestra. Después de varias horas, su dibujo estuvo listo.
"¡Es bellísimo!" - exclamó Guille.
"Nos va a ir genial en el concurso" - comentó Sofía.
El día del concurso llegó. Todas estaban muy emocionadas. Cuando los profesores comenzaron a evaluar los trabajos, se sentaron nerviosas en la fila.
"¿Qué pasará si no ganamos?" - preguntó Sofía.
"Lo importante es que nos divertimos haciendo el dibujo juntas" - dijo Martina, tratando de calmar a sus amigas.
Finalmente, el jurado anunció el ganador y, para su sorpresa, ¡fueron ellas!"¡Ganamos! ¡No puedo creerlo!" - gritó Guille.
"Es increíble. ¡Lo logramos juntas!" - agregó Sofía, abrazando a sus amigas
Desde ese día, Guille, Martina y Sofía se sintieron más unidas que nunca. Cada día jugaban en la plaza y exploraban cosas nuevas. Aprendieron que lo que verdaderamente significaba la amistad era disfrutar del tiempo juntas, y que siempre podían contar las unas con las otras. Así, con sus risas y aventuras, hicieron crecer su amistad y sus corazones.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.