Hada Lila y la fuga mágica


Había una vez en un bosque encantado, una pequeña hada llamada Lila. Ella era muy feliz y siempre estaba rodeada de sus amigos los animales del bosque.

Un día, mientras volaba por el bosque cantando su canción favorita, una malvada bruja la secuestró. Lila se encontró atrapada en una jaula oscura y fría en lo más profundo del castillo de la bruja. Estaba asustada y triste porque extrañaba a sus amigos y no sabía cómo escapar.

- ¿Quién eres tú? - preguntó Lila con voz temblorosa a la bruja. - Soy la bruja Morgana - respondió ella con una sonrisa malvada-. Y ahora eres mía para siempre.

Lila entendió que debía encontrar una manera de escapar antes de que fuera demasiado tarde. Comenzó a pensar en un plan mientras observaba cuidadosamente todo lo que sucedía a su alrededor.

Un día, mientras Morgana estaba ocupada preparando un hechizo oscuro, Lila logró abrir las puertas de su jaula utilizando la magia que había aprendido durante toda su vida como hada. Después de salir de la jaula, comenzó a buscar el camino hacia afuera del castillo.

- ¡Detente! - gritó Morgana cuando se dio cuenta de que Lila había escapado -. ¡No podrás huir! Lila corrió tan rápido como pudo hacia la salida del castillo mientras evitaba todos los obstáculos que Morgana ponía frente a ella.

Finalmente llegó al exterior donde fue recibida por sus amigos animales del bosque quienes estaban esperándola ansiosos. - ¡Lila! - gritaron todos al unísono - ¡Estamos tan felices de verte! - Yo también estoy feliz de verlos a todos - dijo Lila con una sonrisa-.

Y todo gracias a que no perdí la esperanza y nunca dejé de creer en mí misma. Desde ese día, Lila aprendió que siempre debía confiar en sí misma y en sus habilidades mágicas para superar cualquier obstáculo.

Y así, continuó siendo la hada más feliz del bosque encantado por siempre.

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