Hada Sol
Había una vez en un bosque encantado, un hada llamada Verano Feliz.
Verano era conocida por ser la más alegre y risueña de todas las hadas del bosque, siempre llevando consigo una sonrisa en su rostro y esparciendo felicidad a su alrededor. Una mañana, Verano Feliz despertó hasta tarde. Se frotó los ojos con sorpresa al ver que el sol ya estaba alto en el cielo y los pajaritos cantaban alegremente.
Se levantó de un salto de su cama de hojas y se apresuró a vestirse con sus alas brillantes. -¡Oh no! ¡Me he quedado dormida! -exclamó Verano mientras se peinaba rápidamente con sus dedos mágicos.
Decidida a compensar el tiempo perdido, Verano salió volando por el bosque en busca de alguna tarea importante para realizar. Pronto se encontró con una mariposa triste posada en una flor marchita. -¿Qué te pasa, linda mariposa? -preguntó Verano con ternura.
-La flor donde vivo perdió su color y ahora me siento sola y desanimada -respondió la mariposa con voz entrecortada. Verano Feliz sonrió con determinación y extendió sus manos hacia la flor marchita.
Con un toque mágico, la flor comenzó a recuperar su brillo y color, llenando el aire con un aroma dulce y fresco. -¡Oh, gracias Verano! ¡Eres increíble! -exclamó la mariposa revoloteando emocionada alrededor de Verano. -No hay problema, querida amiga. Siempre es bueno ayudar a quienes lo necesitan -respondió Verano felizmente.
Continuando su vuelo por el bosque, Verano escuchó unos llantos provenientes de un claro cercano. Se acercó sigilosamente y descubrió a un conejito atrapado entre unas ramas espinosas. -¡Ayuda, ayuda! No puedo salir de aquí -suplicaba el conejito angustiado.
Sin dudarlo ni un segundo, Verano utilizó su magia para desenredar al conejito de las ramas espinosas y liberarlo ileso. -¡Gracias mil gracias! ¡Eres mi heroína! -dijo el conejito saltando de alegría al quedar libre.
Verano sonrió ante las muestras de gratitud del pequeño animalito y continuó su recorrido por el bosque.
Mientras tanto, las criaturas del bosque empezaron a difundir historias sobre los actos heroicos de Verano Feliz ese día tan especial en que despertó hasta tarde pero supo convertirlo en algo grandioso ayudando a quienes lo necesitaban. Al caer la noche, todos los habitantes del bosque se reunieron para celebrar a Verano Feliz como la hada más valiente y generosa que jamás hubieran conocido.
La fiesta fue llena de risas, bailes mágicos e infinita alegría compartida entre amigos inolvidables. Y así fue como esa mañana tan peculiar se convirtió en una jornada memorable para todos aquellos que tuvieron la fortuna de cruzarse con la bondadosa hada llamada Verano Feliz.
FIN.