Helena y el dragón lector



Había una vez en un reino lejano, una princesa llamada Helena. Desde pequeña, ella había sido diagnosticada con TEA (Trastorno del Espectro Autista), lo que hacía que tuviera dificultades para comunicarse y relacionarse con los demás.

A pesar de su condición, Helena era muy inteligente y tenía un gran corazón. Siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y su pasión por la lectura la llevaba a conocer muchos mundos imaginarios.

Un día, el rey de ese reino recibió una noticia alarmante: un dragón estaba atacando al pueblo cercano y no sabían cómo detenerlo. El rey decidió convocar a todos los guerreros valientes del reino para luchar contra el dragón.

Helena, quien siempre había soñado con ser una guerrera como las heroínas de sus libros favoritos, quiso participar en la batalla.

Pero cuando se presentó ante su padre para pedirle permiso para unirse al ejército, él le dijo:"Hija mía, entiendo que quieras ayudar pero esta es una tarea peligrosa y tú tienes TEA. No quiero ponerte en riesgo. "Helena se sintió triste e incomprendida pero decidió no rendirse.

Sabía que podía hacer algo por el pueblo así que comenzó a investigar sobre dragones en sus libros. Después de muchas horas leyendo encontró información importante sobre cómo derrotar al dragón: debían encontrar su punto débil detrás de las escamas.

Helena fue rápidamente donde su padre y le explicó lo que había descubierto:"Padre querido, sé que no puedo luchar, pero puedo ayudar a los guerreros. Si me permites ir, podré indicarles dónde atacar al dragón.

"El rey se emocionó al ver la determinación de su hija y le dio permiso para unirse a la batalla. Cuando llegaron al pueblo cercano, los guerreros comenzaron a luchar contra el dragón pero sus espadas no podían penetrar las escamas del monstruo.

Fue entonces cuando Helena señaló el punto débil detrás de las escamas y uno de los guerreros logró herirlo allí. El dragón comenzó a debilitarse y finalmente fue derrotado gracias a la astucia de Helena. Desde ese día, Helena se convirtió en una heroína en todo el reino.

La gente empezó a valorarla por quien era realmente: una princesa valiente e inteligente capaz de superar cualquier desafío. Y aunque nunca volvió a pelear, siempre recordaría aquella vez en que demostró que su TEA no era un impedimento para ser una verdadera guerrera.

FIN.

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