Helenita, la heroína del Parque del Origen



Helenita era una perrita muy especial. Era universitaria, agradecida, cariñosa y siempre estaba lista para acompañar a su dueña en todas sus aventuras.

Lo que más le gustaba era andar en auto y pasear por el Parque del Origen, un lugar lleno de árboles altos, flores de colores brillantes y caminos sinuosos que llevaban a rincones mágicos. Una tarde soleada, Helenita saltó emocionada al auto cuando su dueña le dijo que iban al Parque del Origen.

El viento fresco le revolvía el pelaje mientras asomaba la cabeza por la ventanilla y disfrutaba del viaje.

Al llegar al parque, Helenita corrió feliz por los senderos de tierra mientras olfateaba las flores y saludaba a otros animalitos que encontraba en su camino. De repente, escuchó un ruido extraño proveniente de un arbusto cercano. Se acercó con curiosidad y descubrió a un pajarito atrapado entre las ramas. "¡Ayuda! ¡Por favor ayúdame!" -piaba el pajarito con voz temblorosa.

Helenita no dudó ni un segundo. Con cuidado, empezó a jalar las ramas con su hocico hasta lograr liberar al pajarito. El pequeño voló unos metros y se posó en una rama cercana.

"¡Gracias, gracias por salvarme!" -chirriaba emocionado el pajarito. Helenita movió la cola contenta y siguió explorando el parque junto a su dueña. De pronto, escucharon un ladrido desesperado proveniente de lo profundo del bosque.

Sin pensarlo dos veces, Helenita emprendió una carrera hacia aquel sonido angustiado. Al llegar al lugar indicado encontraron a un cachorro perdido llorando bajo la sombra de un árbol grande. Estaba asustado y no sabía cómo regresar a casa.

"Tranquilo amiguito, estamos aquí para ayudarte" -dijo la dueña de Helenita mientras acariciaba al cachorro perdido. Con paciencia y amor lograron tranquilizar al cachorro perdido y juntos encontraron el camino de regreso a su hogar donde lo esperaban ansiosos sus dueños.

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando Helenita regresó junto a su dueña después de haber vivido tantas aventuras ese día en el Parque del Origen.

Se sentía feliz por haber podido ayudar a otros animalitos en apuros y sabía que siempre estaría dispuesta a tender una pata amiga cuando alguien lo necesitara. Desde ese día, Helenita se convirtió en toda una heroína para todos los habitantes del Parque del Origen, quienes sabían que podían contar con ella en cualquier momento.

Y así seguían sus días llenos de alegría, compañerismo y solidaridad entre todos los seres vivientes que compartían aquel hermoso lugar lleno de magia y bondad.

FIN.

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