Hermanitos del Bosque



Había una vez dos hermanitos, Juanito y Pedrito, que vivían en un pequeño pueblo en Argentina. Eran muy pobres y no tenían padres, por lo que tenían que arreglárselas solos para sobrevivir.

Vivían en una pequeña casita abandonada cerca del bosque. El invierno era especialmente duro ese año, con temperaturas bajo cero y fuertes nevadas. Los dos hermanitos se abrazaban durante las noches para intentar mantenerse calientes, pero la realidad era que pasaban mucho frío.

Una noche, mientras los niños trataban de conciliar el sueño envueltos en sus escasas mantas, Juanito tuvo una idea brillante. Se levantó con cuidado para no despertar a su hermano y salió corriendo hacia el centro del pueblo.

Allí encontró a Don José, el dueño de la única tienda de ropa del lugar. Juanito le explicó su situación y cómo él y su hermano estaban muriendo de frío todas las noches. Don José fue muy comprensivo y decidió ayudarlos.

Volviendo a toda prisa a la casa abandonada junto al bosque donde dormía Pedrito, Juanito llevaba consigo varias bolsas llenas de ropa nueva y caliente. Al llegar allí vio algo terrible: Pedrito estaba tiritando tanto que apenas podía hablar.

Sin perder ni un segundo más, Juanito comenzó a vestirlo con las nuevas ropas mientras le decía: "¡Pedrito! ¡Despierta! ¡Tenemos ropa nueva para protegernos del frío!" Pedrito abrió los ojos sorprendido por lo que veía y, aunque todavía temblaba de frío, una sonrisa se dibujó en su rostro.

De repente, desde el bosque se escuchó un ruido extraño. Los hermanitos miraron hacia allí y vieron a un grupo de animales del bosque acercándose lentamente. Habían venido a ayudar.

Un zorro muy astuto llamado Zorrito se acercó a Juanito y le dijo: "Hemos visto lo que has hecho por tu hermano y queremos ayudarte. Te enseñaremos cómo sobrevivir en este duro invierno".

A partir de ese momento, todos los animales del bosque comenzaron a trabajar juntos para construir una pequeña cabaña donde los hermanitos pudieran vivir más cómodos. El búho sabio les enseñó cómo hacer fuego sin quemarse y cómo buscar comida en el bosque.

El ciervo veloz les mostró cómo atrapar peces en el río cercano. La tortuga sabia les explicó la importancia de ahorrar energías para resistir el frío. Con el paso del tiempo, Juanito y Pedrito aprendieron mucho de sus amigos animales y lograron salir adelante.

Gracias al trabajo conjunto con ellos, nunca más volvieron a pasar frío o hambre. Los dos hermanitos crecieron fuertes y valientes, convirtiéndose en grandes defensores de la naturaleza.

Siempre recordaron la importancia de ayudarse mutuamente y nunca olvidaron lo que habían aprendido gracias a sus amigos animales. Y así, la historia de Juanito y Pedrito se convirtió en una inspiración para todos aquellos que escuchaban sobre su valentía y determinación.

FIN.

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