Hermanos en el Barrio


Había una vez en un barrio muy alegre, un niño llamado Nico, travieso y ligero. Con rizos dorados y ojos brillantes, siempre con travesuras y juegos vibrantes.

Nico de tres años era un terremoto, con risas y alboroto por todo el recodo. Su hermano mayor, Luis, siempre atento estaba, cuidando a su hermano que tanto lo adoraba.

Un día soleado Nico decidió jugar, con sus juguetes preferidos sin parar. Corría por la casa como un torbellino, dejando tras de sí un gran desatino. "¡Nico, cuidado! ¡No corras así!" le decía Luis con tono gentil.

Pero Nico seguía con su algarabía, haciendo travesuras todo el día. "¡Luisito querido! ¡Ven a jugar!" gritaba Nico sin parar de saltar. Luis sonreía y se unía al juego, entre risas y abrazos sin sosiego.

Pero algo pasó en medio del alboroto, Nico tropezó y cayó de pronto al lodo. Lloró desconsolado por el golpe fuerte, pero Luis lo levantó con amor sincero hasta la suerte.

"Tranquilo hermanito querido, todo estará bien si estamos unidos. "Nico secó sus lágrimas con rapidez, y abrazó a Luis con mucha solidez. Desde ese día Nico entendió,que junto a su hermano todo era mejor.

Aprendió a ser más prudente en sus juegos, y a valorar los momentos buenos. Así crecieron juntos en felicidad, nada podía romper esa amistad. Y colorín colorado este cuento ha terminado, espero que hayan disfrutado este relato encantado.

Los hermanos Nico y Luis nos enseñaron hoy, que el amor fraternal es el mejor tesoro ¡Ay qué joya!

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