Héroes de Metal Dinosaurio

Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un dinosaurio gigante llamado Dino que vivía en el zoológico.

A pesar de su tamaño imponente, Dino era amable y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás animales del zoológico. Un día, mientras paseaba por su recinto, Dino escuchó un ruido extraño proveniente de la zona donde se encontraba Gorila Gigate, el gorila más grande y fuerte del zoológico.

Dino se acercó para ver qué pasaba y descubrió que Gorila Gigate estaba atrapado bajo una enorme rama que se había caído sobre él. "¡Ayuda! ¡No puedo moverme!", gritaba Gorila Gigate con angustia.

Dino no lo dudó ni un segundo y con todas sus fuerzas empujó la rama hasta lograr liberar a su amigo gorila. Gorila Gigate quedó muy agradecido y prometió devolverle el favor a Dino en cuanto tuviera la oportunidad.

Al día siguiente, mientras ambos caminaban juntos por el zoológico, escucharon un estruendo proveniente del otro extremo de la ciudad. Al llegar al lugar, descubrieron que Metal Dinosaurio, una criatura mecánica creada por los humanos para proteger la ciudad, estaba causando destrozos sin control.

"¡Detente Metal Dinosaurio! ¡No debes hacer daño!", exclamó Dino tratando de calmarlo. Pero Metal Dinosaurio estaba fuera de control y no escuchaba razones. Fue entonces cuando Gorila Gigate recordó la promesa que le había hecho a su amigo dinosaurio y decidió actuar.

Con toda su fuerza y destreza, Gorila Gigate se enfrentó a Metal Dinosaurio logrando distraerlo lo suficiente como para permitir que Dino pudiera desactivarlo con sus enormes patas. La ciudad volvió así a estar segura gracias al trabajo en equipo de estos grandes amigos.

Desde ese día en adelante, Dino, Gorila Gigate y Metal Dinosaurio se convirtieron en los héroes del zoológico y eran admirados por todos los animales.

Aprendieron que trabajando juntos podían superar cualquier obstáculo y que la verdadera fuerza radicaba en la amistad y solidaridad entre ellos. Y colorín colorado este cuento ha terminado.