Héroes de plumas
Había una vez una pequeña niña llamada Luna, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosos campos. A Luna le encantaba pasar su tiempo libre en el granero cuidando de sus queridas gallinas.
Pero había un problema: cada noche, un lobo feroz se acercaba al pueblo y asustaba a las gallinas. Un día, mientras Luna estaba alimentando a sus gallinas, apareció un perro callejero llamado Max.
Max era valiente y amigable, y rápidamente se hizo amigo de Luna. Al ver la tristeza en los ojos de la niña por el lobo que asustaba a sus gallinas, Max decidió ayudarla. "Luna, no te preocupes más por ese lobo malvado", dijo Max con determinación.
"Yo me encargaré de proteger a tus gallinas". Luna miró al perro con admiración y emoción. Juntos idearon un plan para ahuyentar al lobo y mantener seguras a las gallinas.
Decidieron construir una cerca alta alrededor del granero para evitar que el lobo pudiera acercarse. Con trabajo duro y dedicación, Luna y Max construyeron la cerca en poco tiempo. Las gallinas estaban felices porque finalmente podían dormir tranquilas sin temor a ser atacadas por el lobo.
Pero cuando llegó la noche, el astuto lobo encontró una manera de saltar sobre la cerca e ingresar al granero nuevamente. "¡Oh no! ¡El lobo ha vuelto!", exclamó Luna desesperada. Max no se rindió tan fácilmente.
Sabía que tenía que encontrar otra solución para proteger a las gallinas. Decidió disfrazarse de gallina y mezclarse con el rebaño para confundir al lobo. Así que Max se puso un plumaje falso y se metió entre las gallinas.
Cuando el lobo entró al granero, no pudo distinguir a Max entre las demás aves. El lobo se acercó lentamente, pero antes de que pudiera atacar, Max saltó sobre él y lo ahuyentó lejos del granero.
El valiente perro había engañado al lobo y salvado a las gallinas una vez más. Luna estaba encantada con la astucia y la valentía de su amigo canino. Juntos habían demostrado que el trabajo en equipo y la determinación pueden superar cualquier obstáculo.
Desde aquel día, Luna, Max y las gallinas vivieron en paz sin temor al regreso del lobo. La niña aprendió el valor de la amistad verdadera y cómo los pequeños pueden lograr grandes cosas cuando trabajan juntos.
Y así termina esta historia donde Luna, una niña común convertida en heroína junto a un perro callejero llamado Max, enseñaron importantes valores como el coraje, la amistad y la importancia de proteger a los más vulnerables.
FIN.