Héroes del Bosque



Había una vez, en la hermosa provincia de Jujuy, un bosque lleno de lapachos. Estos árboles eran famosos por sus flores rosadas y moradas que adornaban el paisaje con su belleza.

Los lapachos vivían felices y contentos bajo el cálido sol del norte. Pero un día, algo extraño sucedió. Un fuerte viento norte llegó al bosque y trajo consigo una ola de calor insoportable. Los lapachos comenzaron a sentirse débiles y sedientos debido al intenso clima.

"¡Oh no! ¡Qué calor tan terrible!" -exclamó uno de los lapachos llamado Ramiro. "Sí, es cierto. Necesitamos encontrar agua para poder sobrevivir" -respondió Valentina, otra linda lapacho. Los lapachos se reunieron y decidieron buscar una solución juntos.

Caminaron por todo el bosque buscando desesperadamente alguna fuente de agua fresca que pudiera calmar su sed. Pero no encontraron nada. Justo cuando estaban a punto de rendirse, apareció un pequeño sapito llamado Mateo.

"¡Hola amigos! ¿En qué puedo ayudarlos?" -preguntó Mateo con entusiasmo. Los lapachos le explicaron su problema y Mateo les dijo que conocía un lugar mágico donde siempre había agua fresca: la montaña más alta del bosque.

Sin embargo, debían atravesar un largo camino lleno de desafíos para llegar allí. Sin pensarlo dos veces, los valientes lapachos comenzaron su aventura hacia la montaña junto a Mateo como su guía.

En el camino, se encontraron con arroyos secos y plantas marchitas por culpa del calor. "¡No podemos rendirnos!" -gritó Ramiro, animando a sus amigos a seguir adelante. Después de mucho esfuerzo y valentía, finalmente llegaron a la montaña. Allí, encontraron una hermosa cascada que brotaba agua fresca y cristalina.

"¡Lo logramos! ¡Encontramos el agua!" -exclamó Valentina emocionada. Los lapachos bebieron del agua de la cascada y pronto recuperaron su energía. El viento norte dejó de soplar tan fuerte y el calor comenzó a disminuir.

Los lapachos volvieron a estar felices y saludables gracias al valor y la determinación que habían demostrado. Agradecidos con Mateo por guiarlos hasta allí, los lapachos decidieron compartir su conocimiento sobre cómo sobrevivir en condiciones extremas con todas las demás plantas del bosque.

Así, el bosque de Jujuy se transformó en un lugar más fuerte y resistente ante los cambios climáticos. Los lapachos se convirtieron en héroes para todos los seres vivientes que habitaban esa tierra mágica.

Y así termina nuestra historia, recordándonos que juntos podemos superar cualquier desafío si tenemos valentía, amistad y sabiduría para cuidar nuestro entorno natural.

FIN.

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