Héroes en la Playa
En un caluroso día de verano, la pequeña Martina decidió ir a la playa con su familia. Le encantaba sentir la arena entre sus dedos y escuchar el sonido de las olas rompiendo en la orilla.
Mientras caminaba por la costa, algo llamó su atención: un pequeño perrito estaba sentado bajo la sombra de una palmera, mirándola con ojos tristes. Martina se acercó con cuidado al cachorrito y vio que estaba sucio y flaco.
Sin dudarlo, decidió llevarlo a casa para cuidarlo y darle todo el amor que necesitaba. Al llegar a su hogar, sus padres no pudieron resistirse a los encantos del perrito y aceptaron quedarse con él.
Desde ese día, Martina y el perrito, al que llamaron Simón, se volvieron inseparables. Jugaron juntos en la playa, se tomaron largas siestas bajo el sol y compartieron innumerables aventuras.
Simón había encontrado un hogar lleno de amor gracias a la valentía y bondad de Martina. Un mes después de haber adoptado a Simón, ocurrió algo inesperado. Una tarde mientras jugaban en la playa, Simón comenzó a ladrar frenéticamente señalando hacia el mar.
Martina se acercó para ver qué pasaba y vio a una persona mayor que parecía estar en problemas en el agua. Sin pensarlo dos veces, Martina corrió hacia sus padres para pedir ayuda. Todos juntos lograron rescatar a aquella persona mayor del agua justo a tiempo.
Resulta que había sido arrastrada por una corriente fuerte y no podía volver nadando a la orilla. "-¡Gracias por salvarme! No sé qué hubiera hecho sin ustedes", dijo la persona mayor entre lágrimas de gratitud.
Martina sonrió orgullosa mientras acariciaba a Simón quien seguía ladrando felizmente como si supiera lo importante que acababa de ser su intervención.
A partir de ese día, Martina entendió que todos podemos marcar una diferencia en la vida de los demás si estamos dispuestos a ayudar sin esperar nada a cambio. Y así fue como ella y Simón demostraron que juntos podían hacer grandes cosas y llenar sus días de alegría y amor compartido.