Héroes y la Tierra de los Sueños



Era un día soleado en un pequeño pueblo de Argentina, donde todos los niños jugaban afuera y reían juntos. Sin embargo, en lo alto de un cielo azul, un brillante rayo de luz comenzó a descender. Era Héroes, un extraterrestre del planeta Ganimedes, que había decidido visitar la Tierra.

Héroes tenía grandes orejas y una piel azul brillante. No podía esperar para compartir su amor por las aventuras y aprender sobre el mundo de los humanos. Cuando aterrizó, un grupo de niños se acercó, mirando asombrados al recién llegado.

- ¡Hola! Soy Héroes, de Ganimedes. - dijo con una voz melodiosa.

- ¡Hola, Héroes! - respondieron los niños con una mezcla de asombro y emoción. - ¿Qué haces aquí?

- Vine a aprender sobre la Tierra, y también a mostrarles algunas cosas divertidas de mi planeta. - explicó Héroes.

Los niños estaban emocionados y lo llevaron al parque del pueblo. Héroes les mostró cómo volar en sueños. A través de su magia, sacó de su mochila una pequeña esfera brillante y comenzó a girarla en el aire.

- ¿Quieren intentarlo? - preguntó, mientras la esfera emitía luces de colores.

Uno de los niños, llamado Mateo, dio un paso adelante. - ¡Sí! Pero, ¿cómo se hace?

- Sólo cierren los ojos y piensen en lo que más les gustaría hacer. - Héroes sonrió mientras les explicaba. - La esfera los llevará allí.

Los niños cerraron los ojos y, al abrirlos, se encontraron volando sobre un hermoso mar de colores. Rieron y disfrutaron, sintiéndose libres como el viento.

Sin embargo, mientras jugaban, escucharon un ruido extraño. Al mirar hacia el cielo, vieron a un grupo de personas mayores y de adultos asustados que se acercaban.

- Miren esos colores, ¿qué está pasando? - exclamó una mujer.

- No se asusten, ¡es solo Héroes! - gritó Mateo.

Pero los adultos no entendían y comenzaron a murmurar entre ellos.

- ¡Debemos hacer algo! - dijo una niña llamada Sofía, preocupada.

Héroes, viendo la situación, decidió ayudar. - No quiero asustar a nadie. Debo hablarles. - Con su mejor sonrisa, se acercó a los adultos.

- ¡Hola! Soy Héroes, vengo de Ganimedes. No deben tener miedo, sólo quiero hacer amigos. - les dijo con calma.

Los adultos lo miraron desconcertados, pero Héroes continuó. - Cada uno de nosotros tiene un sueño, y los niños me mostraron que pueden volar en sus sueños. - Y con un gesto mágico, hizo que los colores fueran aún más brillantes, iluminando el lugar.

- ¡Miren! - exclamó uno de los hombres. - ¡Está haciendo magia!

Los adultos comenzaron a sonreír, olvidando su temor. - Eso es impresionante. - dijo una mujer vieja. - En mi vida nunca había visto algo así.

- Muchas veces, los adultos se olvidan de soñar. - continuó Héroes. - Pero todos podemos hacerlo si creemos en nuestras capacidades. ¿Quieren intentarlo?

Finalmente, Héroes les ofreció la esfera. **Los adultos, siguiendo el ejemplo de los niños, comenzaron a cerrar los ojos y a imaginar sus sueños.** En cuestión de momentos, se encontraron en mundos llenos de diversión y libertad. La tensión se disolvió, y todos comenzaron a reír y a disfrutar del sueño compartido.

El día terminó con una gran fiesta en el pueblo. Todos los niños y adultos se unieron para celebrar juntos, y Héroes compartió historias de Ganimedes. Aprendieron sobre el valor de la amistad, la diversidad y, sobre todo, el poder de los sueños. Al final, se despidieron de Héroes, quien prometió volver algún día.

- ¡Nos llevaremos este recuerdo en nuestros corazones! - gritaron todos al unísono mientras Héroes se alejaba volando hacia el horizonte.

Y así, el pequeño pueblo nunca olvidó la magia que trajo Héroes desde Ganimedes, recordándoles que siempre hay espacio para soñar y crear un mundo mejor, juntos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!